🦇 Epílogo 🦇

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Con un empujón, Ana Liz abre la puerta y se adentra sin borrar su sonrisa.

—Mamá, te tienes que a... —guarda silencio al ver por toda la habitación sin rastro de ella —alimentar.

Confusa avanza, deja la botella cerrada sobre la cama y con la copa en su mano, se dirige al balcón. Se asoma y coloca una mano en su cintura.

—Debió ir otra vez con mi padre —resopla y se da la vuelta yendo en dirección a la salida.

Cuando más de una vez, Aylin a sido descubierta.

Ana Liz sale de la habitación y a tres pasos choca contra un vampiro, la copa se voltea y lo mancha de sangre.

—¡Owen! Lo siento, esa sangre era para mi madre.

Él se observa a si mismo. Su camisa manchada y soporta la sed.

—¿Y por qué no se la diste a ella? —pronuncia entre dientes y alza la vista—que descuidada Liz.

—Tú tampoco te diste cuenta al chocar conmigo. Fue algo que pudiste evitar.

Owen curva una media sonrisa

—Claro, siempre tienes la razón

—Wen, no quiero discutir contigo —lo sostiene del brazo— mi madre no está en la habitación, debió ir con mi padre.

—Darren no está en el Castillo —causa su confusión— Salió hace poco con el imbécil de Esteban y su creación.

Ella lo suelta lentamente

—Él no puede salir, mi hermano lo impide.

—Pues su poder contra el rey, está fallando.

Ana Liz gruñe

—Entonces, ¿dónde está mi madre? —Owen se encoge de hombros— tenemos que buscarla, vamos.

Sin su permiso lo agarra del brazo y se lo lleva con ella.

Ya en los calabozos, cuando bajan el último escalón dudan en seguir avanzando.

—Hay mucho silencio —inquiere Owen al verla— ni un corazón latente y percibo demasiado olor a sangre.

—No pienses teorías apresuradas —sin verlo Ana Liz le responde y camina hasta la primera celda. A medida que avanza observa los primeros cuerpos dentro de cada celda, con marcas, repletos de sangre.

—¿Ya puedo confirmar mi teoría?

Ella lo ignora al llegar a la última celda, se alerta al verla dentro, cerca de la pared.

—¡Mamá! —con velocidad Ana Liz llega hasta ella— mirate, estas mal.

Aylin con su vestido manchado de sangre, al verla se sostiene de ella.

—Yo... no quería hacerlo pero estaba sedienta —sus labios se encuentran rojizos por el rastro de sangre que baja desde su boca hasta su barbilla— hija, soy un monstruo.

—No digas eso, no es tu culpa. Es efecto de estar... —enseguida Aylin se inclina y terminar vomitando toda esa sangre ingerida a unos pasos de su hija — yiuhh.

Ana Liz la sostiene hasta verla enderezarse.

—Salgamos de aquí mamá —agrega mientras avanza con ella. Ambas esquivan a Owen que se encuentra a mitad de pasillo sin emitir palabra.

En cuanto llegan al primer escalón, Aylin se detiene y se queja de dolor.

—¡¿Qué tienes?!

Se inclina mientras coloca sus manos en su estómago.

✘VIDA ETERNA✘ © [SVD #3]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora