―Vayan entregando los exámenes ―habla el señor Davis dando por finalizado el tiempo para responder.
Reviso el examen por última vez antes de incorporarme de mi asiento y dirigirme a la mesa del profesor. Por un lado, a primera impresión la ayuda de Henry me había salvado el culo, aunque no quiero dar nada por sentado antes de ver la nota.
Por otro lado, no puedo evitar sentirme inquieta; no veía a Kyle desde anteayer, desde lo que pasó entre los dos. El calor se aglomera en mis mejillas.
Regreso a mi asiento, golpeo mis mejillas para intentar apaciguar mis emociones.
―Por favor dime que las clases de mi querido hermanito han servido de algo.
La blanca y reluciente sonrisa de Lindsay es lo primero que observo al alzar la cabeza, Henry está a su lado, sin embargo, sus ojos parecen estar concentrados en algún punto concreto de mi pupitre.
―A mi parecer han sido todo un éxito ―sonrío lo mas convincente que puedo―. No sé si para un sobresaliente, pero creo que sobreviviré.
Mis ojos recaen en Henry quien sigue sin prestarme atención. No tengo suficiente con la ausencia de Kyle, para que él también actué distante conmigo. Tampoco puedo culparle lo que pasó en su casa había sido raro y lo más probable es que le avergonzase; quería decirme algo importante, y yo tan solo salí huyendo con un gato en brazos que había aparecido de repente.
Definitivamente no podía echárselo en cara.
―Perfecto. ―Se inclina rodeando mi cuello con su brazo―. Eso significa que esta noche podrás quedarte a dormir en casa.
Lo que sea que estuviese captando la atención de Henry deja de hacerlo, su mirada recae en su hermana con los ojos bien abiertos.
―No sé si mi madre...
―No vuelvas a sacarme la escusa de que tu madre no te dejará... bla bla bla ―mueve su mano libre como si fuese una marioneta―. Mañana será la fiesta, y tenemos que prepararlo todo.
Henry apoya su mano en el hombro de Lindsay.
―Acabas de curarte del resfriado y ya estás pensando en hacer una fiesta.
La chica frunce el ceño, entrecierra sus ojos y aprieta sus labios en una línea recta.
―No empieces. Ya sabes que me encuentro fenomenal, además tengo el permiso de mamá y papá. ―Le guiña un ojo en señal de victoria, a lo que él responde con un largo suspiro―. No seas amargado, lo pasaremos bien. Incluso ya lo he posteado en mis Instagram. Será la fiesta del año.
Rueda los ojos, los cierra y vuelve a suspirar al escuchar a su hermana.
―Solo quiero pasar un fin de semana tranquilo, Lindsay. Solo uno.
Dejo de escuchar los reclamos de los mellizos, la textura blanca de la tiza en la pizarra me cautiva por un instante.
―Debes causar siempre buena impresión. ―Una fuerte y autoritaria voz resuena a mi espalda.
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¿Qué le ha pasado a mi gato?
Fantasy¿Qué harías si tu gato resultase ser un guapo chico que ha aparecido para cumplir tu mayor deseo? Eso es lo que le pasará a Elizabeth Wilson, la cual tendrá que aprender a convivir con un molesto chico que solo le causa problemas y terribles dolores...