¿Qué harías si tu gato resultase ser un guapo chico que ha aparecido para cumplir tu mayor deseo? Eso es lo que le pasará a Elizabeth Wilson, la cual tendrá que aprender a convivir con un molesto chico que solo le causa problemas y terribles dolores...
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―No tienes buena cara.
Alzo la vista de mi bandeja hacia Ana, que me deja el bocadillo y el jugo sobre el mostrador de la cafetería.
―Tengo muchas cosas en la cabeza últimamente ―indico con voz neutra, antes de coger mi comida―. Y dudo que pueda resolverlas.
―Mi niña, todo tiene solución en esta vida, excepto la muerte ―Me dedica una sonrisa fraternal.
Un pequeño suspiro se escapa de mis labios. No sé yo si mis peculiares problemas tendrán algún tipo de solución, pero eso Ana no lo sabe, y tampoco, puedo contárselo sin que me tome por una loca.
Después de intercambiar unas cuantas palabras de cortesía, me encamino hacia la mesa donde Lindsay y Henry están sentados. No obstante, antes de tomar asiento mis ojos son vagamente atraídos a la mesa, donde están Karen y Kyle.
Mi mandíbula se tensa al ver como juguetea con su pelo, y le brinda sonrisas coquetas con todo el descaro del mundo.
Dejo la bandeja de manera brusca, captando la atención de ambos hermanos.
―Veo que alguien no parece estar de buen humor ―inquiere Lindsay, mirándome con suma atención―. ¿Podemos saber a qué se debe?
Bufo por lo bajo, y me ensaño con el papel de platina de mi bocadillo.
―Es que no puedo evitar inquietarme por el hecho de que tenemos que actuar delante de toda la clase ―le respondo, alejando el verdadero motivo de mi molestia de su punto de mira.
Pincho la pajita en mi brick de jugo y le doy un sorbo.
―Puedo entenderlo ―habla Henry, frotándose la parte posterior de su cuello―. Yo tampoco estoy muy cómodo con esa parte del trabajo.
Lindsay chasquea la lengua, y nos apunta con su palmera de chocolate.
―Eso tiene fácil solución, solo tenéis que dejar de lado vuestras inseguridades, e ignorar a las personas de vuestro alrededor ―afirma con mucha seguridad―. Fácil y sencillo.
Henry arquea una ceja y se cruza de brazos.
―Veo dos falacias en tu sugerencia. La primera, puede que para ti sea fácil hacer algo como actuar frente a un gran número de personas, pero para otras eso puede ser algo muy difícil de realizar, y segundo, fácil y sencillo son sinónimos.
―No me corrijas ―protesta enseñándole la lengua―. Ya sé de sobra que tienes un vocabulario excelente, señor traga diccionarios.
―Vocabulario que tú también podrías tener, sino te pasaras el día sacándote selfies, y dando me gustas a fotos de chicos en el Instagram.
―Al menos yo no me pongo a sacar fotos a escondidas de...
Sobresaltándome, Henry se levanta de manera apresurada y se lanza sobre su hermana tapándole la boca.
