Me quedo petrificada en el sitio al escuchar su aterciopelada voz.
―Estás despierto ―mascullo entre dientes.
―Pues sí.
Sin hacer ningún movimiento brusco agarro el pomo de la puerta, pero para mí desgracia este no parece tener la intención de girar.
―No abrirá ―indica―. No al menos hasta que hablemos.
Cojo una bocanada de aire antes de reunir la suficiente voluntad, para voltearme sobre mis talones y plantarle cara.
Está sentado al estilo indio sobre mi cama, de brazos cruzados y con expresión seria.
―¿D-de qué quieres hablar? ―cuestiono, controlando a duras penas el timbre de mi voz.
Alza una ceja y siento como sus ojos azules me atraviesan, casi como si vieran a través de mí.
―Eliza, creo que te has olvidado de algo.
Me muerdo el interior de mi mejilla.
―¿Olvidarme? ¿Olvidarme de qué?
Mi pulso comienza a acelerarse, cuando veo que se incorpora y que avanza varios pasos, quedando a unos pocos metros.
―De que sé lo que sientes.
Desvío la mirada hacia el suelo, y relamo mis agrietados labios.
‹‹Idiota, ¿creías que podrías ocultarlo? Por Dios, si parece que mi corazón va a explotar››.
―Claro que no me he olvidado ¿Por qué crees eso?
Da un paso más.
―Porque creo que me estás mintiendo ―declara con semblante impasible.
Me encojo en mi sitio y trago saliva, intentado deshacer el nudo que se ha formado en mi garganta.
―¿Mentirte? ¿Por qué te mentiría?
Avanza un poco más, quedando a escasos centímetros.
―Respóndeme a una pregunta, y se sincera ―Asiento, cohibida―. ¿Es verdad que no recuerdas lo que paso el viernes por la noche?
Mi boca se seca, y noto como la sangre comienza a subirse a mi cabeza. El corazón me va mil, y mi rostro comienza a quemar, sin que yo pueda hacer algo para evitarlo.
―Eliza.
Alzo mi rostro y pego un brinco al ver cómo me encierra entre sus brazos, aprisionándome contra la puerta, sin dejarme la posibilidad de escapar.
Me va a dar algo, juro que si sigo así me va a dar un infarto. Está tan cerca que casi no puedo pensar con claridad.
‹‹Por favor aléjate, estás muy cerca››.
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¿Qué le ha pasado a mi gato?
Fantasy¿Qué harías si tu gato resultase ser un guapo chico que ha aparecido para cumplir tu mayor deseo? Eso es lo que le pasará a Elizabeth Wilson, la cual tendrá que aprender a convivir con un molesto chico que solo le causa problemas y terribles dolores...