Capítulo 33

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Froto el puente de mi nariz en otro de los miles de intentos que he tenido a lo largo de las horas en mantener la calma

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Froto el puente de mi nariz en otro de los miles de intentos que he tenido a lo largo de las horas en mantener la calma. El resentimiento y la culpabilidad me han acompañado estos últimos días; Kyle había asegurado que no podía contarme nada, por algún motivo que desconozco, y por haber insistido, lleva dos días inconsciente en su forma de gato. Lo peor es que no parece reaccionar a ningún estímulo, y su temperatura corporal no ha dejado de descender.

―Tierra llamando a Elizabeth. ―Una mano pasa por mis ojos―. ¿Piensas comer algo o prefieres quedarte todo el recreo mirando a las musarañas? ―pregunta Lindsay con expresión divertida.

―No tengo hambre.

―Me parece que alguien anoche no ha dormido bien.

«Mejor dicho, las últimas dos noches»

―Por suerte lo has hecho bien en la obra. ¡Felicidades! Seguro que tendréis una notaza.

―Sí...

―Rebozas de entusiasmo ―canturrea irónicamente―. Deberías estar feliz. Posiblemente, tendrás una buena nota y han expulsado a Karen por una semana. ¡Una semana entera! Respiraremos paz y tranquilidad estos días.

Le doy un sorbo a mi brick de jugo mientras observo el bocadillo que apenas tiene un bocado.

―¿Ha pasado algo con tu abuelo? ―inquiere Henry. Una punzada de culpabilidad atraviesa mi pecho al verlo preocupado.

―No es nada. Es lo que ha dicho Lindsay: no he dormido bien. ―Le doy una mordida a mi bocadillo. Al fin y al cabo, algo tengo que comer.

―¿Segura?

Asiento con firmeza para poder zanjar el tema.

―Tenemos que celebrarlo ―habla Lindsay con una sonrisa radiante sobre sus labios―. Por fin ha acabado el reinado de la horrible bruja. ―Levanta su botella de cristal rellena de jugo de manzana―. Brindemos por nuestra victoria.

Henry y yo la imitamos, chocando nuestras bebidas.

―Tengo que admitir que me alegra que haya recibido su merecido al fin, pero cuando regrese la va a pasar muy mal. Una semana perdida de clases se nota. ―Se compadece Henry haciendo que Lindsay frunza la nariz―. No me gustaría estar en su lugar.

―Si no se hubiera comportado como una maldita zorra, no estaría en esta situación ―señala Lindsay sin una pizca de piedad en sus palabras―. Se lo merece.

Desvío los ojos, inquieta. Jeremías había tenido que hacer un monólogo de su fragmento por la ausencia de Karen. No debería preocuparme ya que no es mi trabajo, pero se suponía que Kyle era su pareja. Lindsay y Henry tampoco han preguntado nada del porqué no vino a clase; cosa que solo hace que mis temores se acrecienten.

«Joder, ni siquiera lo habían nombrado al pasar lista»

Froto mis sudorosas palmas en un intento de mantener la compostura; tengo una teoría en mi cabeza, pero el simple hecho de confirmarla me aterroriza. La única manera que tengo de averiguarlo es preguntando, y quiera o no, no me queda otra opción.

¿Qué le ha pasado a mi gato?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora