Proyecto L

Capítulo 15

Las chicas estaban reunidas en una casa después de su salida al karaoke, estaban cansadas.

—¿Mañana a donde vamos a ir?—preguntó Jennie con la cabeza apoyada en la mano.

—¿Y si vamos a la playa? No está tan lejos—la rubia abrió la envoltura de un caramelo y lo introdujo en la boca.

—Hace frío ¿sabes? Ni loca voy a meterme al mar—en eso estuvo de acuerdo Rosé—, pero me apunto, hace años que no vamos a la playa—anheló con todo su corazón que mañana sea un día soleado.

—Sí, además, no creo que Jisoo y Lisa hayan ido a la playa ¡será divertido, unnie!—se imaginó a las gemelas corriendo por la arena.

—Tienes razón, ¡Podemos hacer castillos de arena!—la coreana detuvo un bostezo con la mano—. Bueno, es mejor seguir practicando con Lisa y Jisoo antes de dormir.

—Cierto.

Continuaron con la enseñanza durante una hora, hasta que escucharon algo.

—R... grr... oségrr...

—¡Vamos, Jisoo, un poquito más, casi lo tienes!—la australiana la veía con esperanza.

—Ro... ségrr...—Jisoo no se iba a dar por vencida, no con esa mira brillante—. Ro... sé... Rosé.

Un gritó se oyó por toda la cuadra, proveniente de Rosé quién se abalanzó a la zombie al decir su nombre, se sintió muy bien que la primera palabra de Jisoo fuera su nombre, un sentimiento cálido nació en su interior, en especial al escuchar esa voz rasposa por primera vez.

—¡Estoy muy orgullosa de ti, Jisoo! ¡Lo lograste!—la rubia frotó su nariz muy efusiva, casi olvidándose que no estaban solas.

—¡Eso es genial, Jisoo! ¡Rosie, deja de abrazarla yo también quiero felicitarla!—así la de aspecto felino apartó a su mejor amiga y la abrazó—. Bueno es hora de Lisa.

Lisa veía como elogiaban a Jisoo y también quiso poder pronunciar el nombre de la humana.

—J... grr... grr...—siguió un rato más, pero no era capaz de pronunciar correctamente.

—Hey, Lisa, todo está bien, no te preocupes, tú también podrás hacerlo—expresó Jennie al verla con la mirada triste y los hombros caídos—. Es solo que Jisoo es una zombie adelantada para su ¿edad? ¿Muerte? ¡En fin, lo que sea!

—¡Oye!—salió en defensa Rosé que seguía apegada a la mutante—. ¡Jisoo no es una zombie adelantada!

—¡Cállate, ardilla!—rodó los ojos—. Lo que trato de decir, es que está bien que te tomes tu tiempo ¿si?

La vio asentir con el humor renovado, la castaña se acercó y posó sus labios en la cabeza de Lisa, como ella lo había hecho en el karaoke, ese fue el instante en el que decidió que ya era hora de dormir. Las humanas les desearon las buenas noches y fueron a los brazos de Morfeo.

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Las chicas se despertaron temprano, querían observar como sale el sol. Se abrigaron y fueron a su destino.

Aún era de madrugada cuando llegaron, una brisa fría fue a recibirlas. A estas alturas Rosé y Jennie tenían las narices rojas del frío mientras que Lisa y Jisoo jugaban con el humito que les salía a las humanas por la boca. Así pasó una media hora hasta que los primeros rayos del sol se divisaron a lo lejos, y fue hermoso.

La castaña tomó la mano de Lisa y entrelazó sus dedos, notó que la mano de la mutante era más grande que la de ella, pero sobretodo, encajaba a la perfección, involuntariamente, sonrió de oreja a oreja. Lisa al notar la pequeña mano de Jennie sujetarla de ese modo por primera vez tuvo el pensamiento de no soltarla nunca y apretó la mano con firmeza.