Capítulo 20

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Las chicas al verlos de inmediato soltaron la mano de las gemelas, fue un reflejo. Chaeyoung fue la primera en reaccionar y fue corriendo hacia ellas con lágrimas en los ojos, los demás hicieron lo mismo y las envolvieron en un cálido abrazo grupal.

—¡No puedo creerlo, están vivas!—dijo Suga con el corazón aliviado.

—¡Si, si, Suga! ¡Nos aplastas!—la castaña no podía respirar.

—¡Oh, lo siento! ¡Es que estoy muy feliz!—soltó una carcajada.

—¡Yo también estoy muy feliz de verlos!—Rosé tomó aire, los abrazos de Suga son peligrosos—. Chae, todo está bien, estamos bien y vivas. Ya no llores ¿si?—acarició la cabeza de su amiga con ternura, aunque ella también estaba por llorar.

—¡Cállate, no estoy llorando!—la pequeña se limpió las lágrimas como si su vida dependiera de ello.

—Yo también estoy muy feliz de verlas... pero, ¿pueden decirles a ellas que no me vean feo?—habló Momo escondiéndose detrás de Jennie.

Escucharon gruñidos, se olvidaron de las gemelas. Lisa y Jisoo no les gustó para nada como esos humanos las rodearon con sus brazos ¿y por qué ellas no se alejaban? Un extraño fuego recorrió su garganta hasta su pecho. Lisa quería apartar a esa humana con cara de idiota de Jennie, apretó el puño. Al mismo tiempo Jisoo tenía una mirada afilada y fija en ese duende que abrazaba a su humana, era visible los músculos tensos.

Ellas al verlas fueron de inmediato y las abrazaron, pero aún así las gemelas no se dignaron en verlas, sus ojos se hallaron fijos en el objetivo, se escuchó un jadeo temeroso.

—Hey, Lisa, mírame—dijo Jennie con suavidad—. No son malos, son amigos ¿si? Vamos, no te pongas así, mi Lili—pronunció ese apodo con excesiva dulzura.

—¿Lili?—preguntó la mutante con la cabeza inclinada.

—Sí, tú eres Lili de cariño, mi Lili.

Lisa por unos instantes no captó lo que la castaña quiso decir, pero luego comprendió que era otra forma de referirse a ella, una forma más íntima.

—Me gusta, yo Lili—restregó su mejilla—. Si yo Lili, tú Nini.

—¿Nini?—ahora era ella la que no entendía.

—Nini, mi Nini—esta vez rodeó su cuerpo en un abrazo posesivo.

Se abochorno, eso pasó. La cara lechosa de Jennie ahora parecía foco de cabaret, o sea rojo. Se escondió en el pecho de Lisa, sabía que sus amigos la estaban mirando, pero no era capaz de voltearse, no así y peor cuando su corazón palpito con tal fuerza que temió que le rompiera la caja torácica. En un susurro dijo:

—Tu Nini...

Eso solo fue escuchado por Lisa, pero fue suficiente, no necesitaba más y ella lo sabía al igual que su corazón.

Mientras tanto Jisoo y Rosé eran ajenas ante la escena de al lado, la rubia era incapaz de que la mutante dejara de ver a Chaeyoung como si la fuera a comer. Por su mente viajó una idea que sin duda funcionaría o Chae sería comida para zombie. Con sutileza sujeto la mano de Jisoo e hizo que con los dedos acariciara sus labios mientras ella los besaba, la cara de la gemela fue todo un poema al no saber como reaccionar ante la acción de Rosé. Se sentía afortunada por sentir nuevamente la textura de esos delicados labios sobre su piel de forma tan gentil tan sensible que olvidó por unos segundos la molestia que sentía.

Rosé ya no sostenía la mano de Jisoo, puesto que sus dedos de pronto cobraron vida propia y con movimientos temerosos tocaban sus labios, y fue capaz de percibirlo, tenía miedo, Jisoo tenía miedo de hacerle sentir mal y eso fue demasiado para ella.

—Vamos Jisoo, te voy a presentar a ellos—se apartó cuidadosa y con una sonrisa complaciente.

La gemela solo asintió feliz de que la rubia no rechazara su toque, ahora sentía más confianza. Jennie siguió el ejemplo de su mejor amiga y fue directo a presentarle a su gemela.

—¿En serio no van a comernos?—preguntó Momo ocultándose atrás de Chaeyoung.

—¿Por qué estás escondiéndote?—la pequeña trataba de zafarse de Momo.

—Porque eres la Pequeña Tigre, debes defenderme y, bueno, también me puse atrás para que te coman a ti primero y así me iré corriendo—informó de su plan.

—¡Nadie va a comer a nadie! Ellas son buenas—salió en defensa la australiana, no iba a dejar que las traten mal, Lisa y Jisoo se merecían lo mejor del mundo.

—Rosie tiene razón—estuvo de acuerdo Jennie—. Además, ¿por qué dicen que las van a comer?

—Jennie no somos idiotas, con solo verlas a los ojos sabemos que son los Gemelos Carmesí, o bueno, gemelas—Suga intervino—. Son zombies.

—Corrección, son las mejores mutantes—dijo la coreana orgullosa—. Miren sé que tienen muchas preguntas, pero primero quiero saber ¿dónde está Tzuyu, Jin y Jeongyeon?

—Estaban revisando el perímetro, digamos que después de que "murieran" nosotros nos dedicamos en cuerpo y alma a entrenar para que no suceda lo mismo, no otra vez...—terminó de hablar Chaeyoung, los tres bajaron la mirada al recordar la horrible experiencia.

—Lo sentimos...—Rosé se inclinó, la culpa la invadió por no avisar que estaban vivas.

—Puff, ¿en serio pensaron que yo, Kim Jennie se murió?—se señaló a sí misma—. Vamos, no iba a morir y menos Rosie. De seguro están en drogas para pensar tal estupidez.

—No te grito este instante porque me gusta vivir y me encanta la idea de que mi cabeza este pegada a mi cuerpo—respondió Suga al ver a las gemelas, aunque no ocultó su disgusto—Rosé sí sabe disculparse, gracias—miró a la rubia.

—Es que Rosie es un amor ¿verdad—la castaña se colgó del brazo de su mejor amiga.

—¿Jennie, Rosé?—todos regresaron a ver al oír una voz conocida, era Jin.

Jin, Tzuyu y Jeongyeon estaban pálidos como una hoja de papel, no era común ver fantasmas.

—¡Están vivas!

Los tres fueron hacia ellas, hicieron caso omiso a la presencia de las gemelas, habría tiempo después, ahora solo querían disfrutar que sus amigas estaban vivas, otra vez estaban con ellos y no las abandonarían de nuevo, nunca.


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