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Capítulo 48: Car's outside

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Capítulo 48: Car's outside

Llegamos al pub en un par de minutos ya que estaba bastante cerca del piso de mi amiga. Era uno de los favoritos de Lara y al que solíamos venir juntas algunas veces. Anduve hasta llegar casi a la puerta con Enzo siguiéndome de cerca. Desde fuera ya se podía escuchar la música y la gente animada. Casi todos estaban aprovechando los últimos días de fiesta para volver a sus casas y evitar el calor sofocante del verano madrileño. Me detuve para mirarlo antes de entrar a buscar a Lara.

- Si en algún momento te quieres ir...

- Lo sé. -Me sonrió.

- ¿Seguro que no te apetece hacer otra cosa?

Él me miró con un gesto divertido a la vez que fruncía el ceño.

- ¿Tan raritos son esos abogados? -Negué con la cabeza a su ocurrencia-. Venga, que Lara nos está esperando -concluyó antes de depositar un beso en mi mejilla.

Agarré su mano con la familiaridad de quien lo ha hecho ya miles de veces, pero no pude evitar el pequeño chispazo de emoción que me recorrió entera al hacerlo. Él entrelazó sus dedos con los míos reafirmando el agarre para no perderme dentro, donde la gente bailaba divertida y nos bloqueaba el paso. Enzo me seguía pegado a mi espalda y soltó mi mano para agarrarse a mis caderas en un intento de facilitarnos el paso en medio de todo el caos. No lograba ver a Lara entre tanta gente, pero un par de chicas, antiguas compañeras de la facultad me saludaron y se presentaron a Enzo. Él las saludó amablemente y a mí no me pasaron desapercibidas las miradas curiosas que nos echaban a ambos. Nos logramos hacer hueco entre la gente y vi como al avanzar por la sala Lara nos vio y nos saludó animadamente en el momento que llegamos a su lado.

- ¡Hola! -Me abrazó-. Gracias por convencerla -le dijo a Enzo dándole una palmadita en el brazo.

Él se mostró divertido con su gesto.

- Gracias a ti por dejar que me quede en tu casa.

- De nada -le quitó importancia y miró por encima de su hombro al muchacho moreno que la acompañaba-. Tampoco iba a dormir en mi casa hoy.

Levanté la vista para mirarlo mientras mi amiga seguía hablando sin parar. Entonces caí en cuenta de una cosa:

- Espera, ¿y Valentina?

Ella se encogió de hombros y le dio un sorbo a la copa.

- Día nuevo, cuenta nueva.

Lara siempre decía que ella no pensaba enamorarse, que ya lo había hecho una vez y había sido una pérdida de tiempo, pero no por eso dejaba de ser una romántica empedernida. Mi amiga se volvió hacia el grupito de gente que la estaba llamando y luego de nuevo hacia nosotros.

- Ve, nosotros vamos a pedir algo.

Buscó la mirada de Enzo para confirmar que no nos importaba quedarnos solos y él asintió, para que un momento después ella se adentrara en la pista de baile seguida por el moreno.

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