★53★

398 20 6
                                    

Capítulo 53: Lover

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 53: Lover

- Vega...

Noté como sus manos me acariciaban el pelo mientras yo seguía dormitando en la cama, apenas podía encontrar fuerzas para abrir los ojos. Enzo me dio un beso en el hombro desnudo y subió por mi cuerpo hasta dejar otro en mi cuello. Tenía la piel fría por el aire acondicionado y me quejé cuando pasó sus manos por debajo de mi cuerpo para acurrucarme un poco encima suya. Aunque tampoco me importó tanto como para no rodear su cintura con las manos y pegarme un poco más. Apartó el pelo que me caía sobre la cara y me dio un beso pequeño en la punta de la nariz.

- Bella... -volvió a llamarme-. Vamos a llegar tarde.

Eso último sí llamó mi atención lo suficiente como para espantar mi sueño. Levanté la cabeza de su pecho para mirarlo y entonces reparé en que se había duchado ya y estaba vestido para salir a excepción de la camisa. Me froté los ojos antes de alargar la mano hasta la mesilla y comprobar la hora en mi móvil: las siete de la tarde.

- ¿Llegamos tarde? ¿Me has preparado una cita secreta?

Levanté las cejas con un gesto sugerente y él inclinó la cabeza para besarme.

- Es nuestra última noche aquí, tenía que ser especial -admitió-. Pensaba cenar fuera pero creo que se nos haría demasiado tarde.

Fui a preguntar que adónde se suponía que íbamos a llegar tarde pero se adelantó a mis palabras sabiendo que pensaba insistir hasta que me lo dijese y abrió la aplicación de comida a domicilio.

- ¿Qué quieres cenar? -me preguntó con una sonrisa inocente.

Me conocía demasiado bien.

- Pizza...-Levanté la cabeza para que me mirase antes de añadir-: con piña.

Cerró los ojos y empezó a reírse a carcajadas contagiándome a mí también. Sabía que odiaba la pizza con piña, como todos los italianos, y solo lo había dicho para molestarlo.

- Nuestra relación pende de un hilo en estos momentos.

Nuestra relación. Todavía me seguía sonando raro cuando se refería a nosotros dos. Tenía una relación con el hombre que hasta hacía poco tiempo había sido mi mejor amigo. Con la persona que me había apoyado en todo incondicionalmente a pesar de que casi no me conocía. Estaba enamorada de mi mejor amigo y no podía evitar pensar que poder tener un nosotros era lo más bonito que me había pasado en mucho tiempo.

Agarré la sábana para echarla sobre nosotros, sin intención todavía de levantarme de la cama, y menos cuando Enzo me abrazaba y podía acurrucarme encima suya. El olor a aftershave me inundó las fosas nasales y me pegué más a él, si eso era humanamente posible.

- ¿Tienes frío? -preguntó dándome un beso en la frente.

- Un poquito.

- ¿Y por qué no apagas el aire acondicionado?

Miles de estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora