Capítulo 50

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La casa ha estado espeluznante todo el día.

No soy una persona que se asusta fácilmente por los fantasmas, en realidad me compadezco de ellos, son almas en pena que no pudieron llegar al cielo, buscan en la gente un lugar mientras buscan el significado del porque su atascamiento.

Como ángel debo siempre de ignorarlo.

Solo que hoy no siento que sea un fantasma...

Mi madre salió a hacer las compras e iba a ayudarla como siempre, pero ella me pidió amablemente que me quedara en casa. A primeras me negué, no quería quedarme en casa solo, siempre me aburró viendo películas y escuchando música en alto.

No tengo mascotas con las cuales pasar el tiempo entonces eso multiplica el aburrimiento por dos.

Aunque ese no es el tema, el tema es que cuando prendí la televisión, esta sufrió un gran error en la pantalla, fue un poco raro, pero lo deje pasar, he experimentado incontables fallas tecnológicas por mi culpa y por culpa de espectros que ya ni me interesa.

Sin embargo, empecé a asustarme cuando los objetos de la cocina empezaron a moverse. Me senté en el sofá, subiéndole volumen al programa de pasteles en la televisión, esperando que el espectro tenga una idea clara de que no era bienvenido en esta casa.

Pareció funcionar, no escuché nada por unos minutos y me tranquilice, miré el reloj esperando que mi madre llegara para botarlo o bendecirlo, cualquier cosa sería mejor que yo encarándolo, soy una gallina, necesito especificarlo antes de meterme en una pelea, así las personas puedan pensar en: ¿qué cosa dijo?, con esa simple pregunta pueden dejar las personas descubiertas sus mentes, lo cual me deja suficiente tiempo para plantar una semilla de duda con bondad.

Hablando de semillas...

Ya me dio hambre.

Iba a levantarme para poder subir a mi cuarto y comer algo de mi pequeño cajón, un lugar donde guardo mis cosas de emergencias, tales como comida y demás. Lastimosamente no me pude mover lo suficiente cuando una gran mano fría tapó mi boca rápidamente, la otra mano estaba posada en mi cuello, cortando cualquier sonido que podría hacer para buscar ayuda.

El miedo inexplicable empezó a recorrer todo mi cuerpo, no podía voltearme y me veía obligado a sentir calma cuando miraba la televisión encendida.

Me puse nervioso como un gato, estaba demasiado expuesto, tenía mis manos para separarme del agarré, pero la persona era sospechosamente fuerte, no parecía querer soltarme incluso si con mis pequeñas uñas arañaba sus manos. Solo en ese momento me di cuenta de que su toque era demasiado conocido.

—¿Por qué no quisiste venir a la cocina? —Su voz llena de burla en mi oído, me hizo estremecer del miedo. La presencia demoniaca era demasiado fuerte en este momento, ¿cómo no lo había sentido antes?

La quemadura empezó a extenderse por las manos de Yunho. Finalmente sabía que era él cuando sentí un pequeño mordisquito en mi oreja, sus dientes filosos eran demasiado dolorosos como para olvidarme. Estaba haciéndome daño como yo a él con el agua bendita que usaba en el cuerpo.

Justamente en este momento me gustaría tener un vocabulario de malas palabras más amplio porque la palabra: ¡Rayos!, quedaba muy corta para mis pensamientos.

—Responde a mi pregunta, Mingi. —Apretó más su agarré alrededor de mi cuello, jadee sorprendido en busca de aire mediante mi nariz, no volvería a ser ahogado por este demonio repulsivo. Ni en un millón de años luz. —No necesitas hablar, puedes decírmelo desde tu mente. —Yunho ignoró los golpes que traían heridas consecuentes en sus brazos por parte mía nuevamente.

You will understand | JongSangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora