You will understand | JongSang

Capítulo 66

—¿A dónde me llevas? —Mingi sonaba más enojado que de costumbre. Y supongo que era lo de menos, cuando Yunho llegó con Yeosang a las gradas, mi novio se acercó para darme un besito en la mejilla. Fue valiente por unos segundos, después de eso escondió el sonrojo que se estaba formando en su cara, sentándose a mi lado y apoyándose en mi hombro para ver a la nada misma y estar en sintonía conmigo.

Sí, fui un chismoso y escuché toda su conversación con Jimin, ciertamente no me cae bien ese incubo traicionero, no me gusto para nada que si quiera se acercara a Yeosang, una grande desconfianza se posa en mi cuando los veo hablar. Así que le pedí a Yunho que alejará a sus sirvientes de mi novio antes de que yo mismo vaya al baño a golpear a su sirviente consejero importante.

"Que agresivo te has vuelto. Estoy tan orgulloso" Fue lo que Yunho sollozo falsamente a lo que advertí.

Me quede con Mingi mientras este seguía hablando sobre lo triste que estaba, simplemente asentía a todo lo que decía para no hacerlo sentir mal, sus emociones se vuelven raras en momentos inoportunos, como justo después de que Yeosang llegará.

Yunho estaba molesto, pero no con nosotros. Desde mi punto de vista él tiene derecho a molestarse por el agarré que Yunho le proporciono en su brazo: —¡Yo quiero estar sentado! —No me metí cuando vi que el angelito le quiso tirar un puñete a mi hermano. —¡Suéltame! —Susurró gritando, aunque fue ignorado.

—¿Y esos que se traen? —Pregunté hacía Yeosang cuando la pareja de tortolitos -que se quieren matar- se fue. —Jimin hizo molestar a Yunho.

—¿Por qué piensas que no fui yo el que lo hizo molestar? —Con su carita inocente nunca podría. Negué divertido y él se ofendió de que no pueda percibirlo como un demonio villano que ha nacido para poder comer de los humanos.

—No te enojes, eres tan lindo que no podrías matar ni a una mosca. —Tomé de una de sus mejillas y la jalé suavemente, era suavecito por todos lados, lo vi en primera persona, su cuerpo y todo él era magnifico.

—Puedo matar a humanos si me lo pides, haribo. —Yeosang se acercó más a mí. —Pero te diré que no para estar en contra de tu autoridad: ¡No! —Verdaderamente no quería estar en contra, pero se lo he dicho varias veces, piensa por ti mismo antes de cumplir algo que he dicho.

Es bueno que cumpla con lo que dije.

Suspiré un poco raro, en mi pecho me sentía cálido, no estaba acostumbrado al sentimiento, pero lo dejé ser. Me ponía todo nervioso cuando estaba con Yeosang, me ponía tímido, me ponía como un tonto. Pensé que nuestra relación me iba a poner más confiado, al parecer me equivoqué, me volví un manojo de nervios que no sabía qué hacer cuando Yeosang decía cosas lindas o se portaba de manera tierna, ahora apreciaba de manera vivida esa pequeña actuación de chico que no sabe nada.

¿Es acaso malo que me estuviera enamorando más de mi novio? Mierda, me estoy enamorando más de lo que ya estaba. Lo peor es que Yeosang parecía muy ajeno a mi problema, cosa que no era un problema ya que a Yeosang le gustaba mucho que le diera cariñitos que tuvieran mucho amor.

El amor no lo alimentaba, pero le hacía sentir bien si venía de mí. Es lo que me dijo mientras mirábamos películas en mi habitación, fue una película acerca de navidad y nieve. Lo cual me hizo pensar en algo.

—¿Quieres tener una cita en navidad? —¿Cuántas citas ya llevábamos? Creo que esta sería la quinta cita, quería preparar 7 citas antes de que Yeosang empezará a consumir de nuestra relación de manera sexual. De alguna manera, me haría sentir bien saber que estoy oficializando de esa manera con Yeosang.

Primera cita y sexo podría significar que soy igual a cualquier chico que ha conocido Yeosang-ie.

—¿En navidad? ¿Hablas del 25 de diciembre? —Su carita confundida me hizo dar cuenta que él tampoco celebraba navidad, me preguntó dónde es su casa siquiera, sé que no tiene padres y ha venido al mundo humano para intentar sobrevivir de las crueles garras de mi padre, pero ¿cómo le habrá hecho? Ciertamente no me impresionaría saber si Yeosang me dice que vive en un motel o en el sótano de una discoteca. Siempre hablaba de lo bonito y cómodo que se sentía en esos lugares.