You will understand | JongSang

Capítulo 69

Taehyung era aquel hombre que estaba al pináculo dentro de todas las especies, siempre lo supo y por esa razón no vio a otros por debajo de él de manera burlona como lo hace San o como lo hace Yunho. Para el demonio de la ira, Park San era una cosa rara, como una cucaracha que escapa del raid que tienes entre las manos.

Ambos no tenían las más mínimas ganas de convertirse en amigos, eran obligados por sus padres para que puedan soportarse una vez que reciban los nombres oficiales del infierno, el papá de Taehyung ni siquiera se molestó en decirle a su hijo heredero su verdadera relación con HongJoong y como San era de alguna manera su primo.

El infortunio de sucesos que paso en el baño de la escuela por querer eliminar al pequeño incubo que traía de los nervios a su hermano, tuvieron consecuencias mucho más desastrosas de las que creyó. Taehyung tenía como idea matar a Yeosang o al menos encerrarlo en el infierno para que su existencia no vuelva a ser requerida de nuevo.

Lastimosamente no paso nada de eso, solo recuerda que amablemente pidió al incubo de las manos del angelito y este se mostró muy reacio a su pedido, uso una postura casi violenta y solamente se defendió, los ángeles solo eran criaturas que hacían su trabajo, él respetaba eso. Lo que no respetaba era que el ángel en cuestión se muestre así de arisco ante su presencia como si fuera su amigo o algo por el estilo.

Taehyung quiere ser respetado, era lo mínimo que podía pedir. Y era lo mínimo que podía reconocer, era un príncipe, fue tratado como tal toda su existencia, que la noche a la mañana alguien a quien le ha revelado su verdadera ser se muestre irrespetuoso lo pone muy nervioso y malo.

En su defensa, el solo se defendió. Quizás fue en una mala forma, pero era la única que conocía.

Lo peor fueron las palabras de San que pegaron fuerte a la cabeza de Taehyung: "No eres lo suficientemente malo" Eso fue raro, siempre le decían las cosas al revés, le decían que era malo y que no merecía estar vivo. Para un demonio, el miedo era el único medio que conocían, unos eran más malos que otros, pero todos eran iguales.

Era simple enseñanza básica, un demonio jamás dejara de ser un ser terrorífico y malvado incluso en su lecho de muerte, estaban hechos para matar y destruir la integridad de la humanidad para hacerlo caer en los pecados. El poder de un príncipe del pecado era como drogarte y volverte dependiente a ella, eran así de poderosos y viciosos los poderes a la hora de caer en un humano normal.

Taehyung no era un humano normal, pero había caído en su propio plano inconsciente gracias a la fuerza que arremetió Yunho en su cabeza... El príncipe de la lujuria estaba al tanto del hecho de que no puede ganarle al de la ira y termino por optar en una solución donde Taehyung estaba en desventaja, donde estaba desmayado y sin control.

El plano inconsciente no era algo que el príncipe de la ira pudiera manejar. Este lugar solo era conocido por su gran alcance a las partes importantes de la mente para controlarlas desde dentro y destruirlas también, depende de lo que Asmodeo quiera. Mayormente este lugar era más usado para robar información u otras cosas a la persona con la que estás teniendo sexo... Eso se supone que fueron las palabras de SeokJin hacía Taehyung.

Ahora Taehyung estaba maldiciendo a su padre por no haberle explicado que Asmodeo era capaz de mostrarle sus peores pesadillas en un lugar tan oscuro y pequeño como lo era esta habitación que ni siquiera parecía tener paredes. Estaba asustado, su peor miedo siendo manipulado por el hombre al que considero débil en algún momento.

La única explicación de esta fuerza que ni siquiera conocía, era el hecho de que Yunho estaba destruyéndose a sí mismo para ganar, usando más maldiciones de la cuenta, perdiendo fuerza cada minuto que pasaba. Si realmente era inteligente, dejaría que Yunho lo siguiera aterrando con su claustrofobia para después tomar la ventaja de energía y salir de este lugar tenebroso. Taehyung no se dejaría vencer fácil, tenía a los demás demonios comiendo de su mano aun si no quisiera.