—¿No te has dado cuenta que Yunho ha estado raro toda la semana? —San me preguntó con curiosidad en la cara, su rostro no reflejaba dolor tomando en cuenta que es lo que había pasado.
—¿Raro cómo? —Pregunté con sarcasmo al verlo sangrar en su brazo, parecía haberse roto el brazo por la mala caída que tuvo.
Hace solo unos segundos San y Yunho estaban jugando en medio de las escaleras, yo estaba ocupado leyendo algo de la escuela cuando escuché el fuerte golpe resonar por toda la casa, el sentimiento de miedo se instaló en mi pecho, aun sabiendo que eran demonios inmortales.
Mi grata sorpresa fue encontrar a San tirado en el suelo con su brazo de una forma casi inhumanamente rota. El culpable -Yunho- había escapado a su cuarto, minutos antes de que siquiera tuviera la oportunidad de gritarle para que jugara con más amabilidad.
—Está muy raro. —Dijo mientras presionaba la pequeña herida que quedaba en su manito.
—Sí, acaba de lanzarte por las escaleras.
—¿Qué? ¡No! —San me dio un ceño fruncido. —Yunho simplemente no midió su fuerza con mi mal chiste de ángeles. Es normal. ¡Pero sabes que no es normal! —Negué en respuesta. —El hecho de que ayer haya querido entrar a su cuarto, pero no haya podido porque había una extraña maldición que estaba bloqueando toda su habitación. ¡Era irreconocible por la tranquilidad! Yo siempre he podido reconocer sus maldiciones, aunque justamente ayer se sintieron raras, la única razón por la que sabía que Yunho las había activado era por su marca demoniaca.
—Eh... ¿No entiendo? Quizás simplemente no quiere que entres a su cuarto... A la gente no le gusta cuando molestamos su privacidad. —Contesté con obviedad mientras bloqueaba mis pensamientos externamente para San... Así justo como Yunho me enseñó en su semana sin control. Me burlé de su cara incrédula, si les soy sincero... Tengo el presentimiento de que Yunho estaba disfrutando de lo que es masturbarse.
Sentí lo mismo anoche, vibras extrañas que carcomían la tranquilidad de mi habitación. No podía reconocerlo, no era bueno con eso de reconocer las marcas demoniacas de los demás. Pero pude sentir muy dentro de mí que Yunho no estaba tan "tranquilo" en su cuarto como San lo decía. Quizás ha de ser porque ambos compartimos mismas maldiciones, quizás porque nuestra habitación esta de frente, pero esa noche tuve un sueño sexual muy natural, no era como las que había tenido con Yeosang, lo cual hizo que me levantara de muy mal humor.
¿Por qué pienso que se masturbo?
Ni siquiera yo sé, simplemente fue un presentimiento vago cuando me estaba sirviendo la leche en el desayuno.
Tomando en cuenta de que la anterior semana le dije a Yunho que se disculpara con Mingi cuando lo vi dolido porque su madre fue insultada. Sip, no me avergüenzo de decir que me estaba escondiendo en el arbusto más cercano para salvar a Yunho, sabía que la iba a cagar tarde o temprano, así que le dije que tomara toda su dignidad y fuera por Mingi para una simple disculpa, luego de eso no sé qué pasó. Aunque si Yunho tuvo esa reacción -frenética- en su habitación puedo darme una leve idea.
Podía comprenderlo, cuando Yeosang empezó a jugar en mi cabeza tenía ganas de masturbarme a cada rato, obviamente tuve algo de autocontrol para respetarme a mí y a todos los que vivían en esta casa. Qué bueno sería ser Yunho para bloquear todo desde los poderes de nuestro padre. Lastimosamente no puedo desbloquear los poderes de Asmodeo todavía.
—No entiendes...—San abultó sus labios en un puchero. —No pude romper la maldición, se supone que hubiese sido fácil para mí.
—No te puedes poner triste por eso enserio. —Me burlé en su cara. —Yo creo que está bien que Yunho este usando las maldiciones sexuales. Sí lo tienes, úsalo. Es natural, cualquiera con cerebro lo usaría para ver cómo se siente.
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You will understand | JongSang
FanficJongho no era tonto, él sabia que es lo que pasaba a su alrededor, tenia una respuesta para todo, era inteligente y usaba siempre la lógica. Pero nunca le paso por la cabeza que su familia fuera demoníacamente perfecta. Si es que eso era una palabra...