Retorcido

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⚠️atención creo que saben que significa  esto , de capitulo anterior no lo coloque .

Leer bajo su propia responsabilidad.

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«Retorcido».

¿No era eso lo que le había dicho a la pelirroja? ¿Que le gustaba el sexo
retorcido? ¿Sucio? ¿Vil?
Y era verdad. Era la pura verdad.
Pero no con Jisung. Nunca había querido arrastrarlo de esa forma con él. Pero ¿qué había hecho a la menor oportunidad? Se la había meneado mientras lo veía masturbarse, igual que habría hecho con cualquiera de los demás . Igual que tan a menudo les había ordenado que hicieran para que él pudiera correrse.

Para que pudiera conservar ese férreo control sobre cómo era el sexo en su dormitorio y en el club.
Jamás debería haber sucumbido, pero estaba como una piedra y el chico estaba realmente increíble. Sabía lo que Jisung pretendía; su estúpida idea de que necesitaban follar hasta sacarse al otro del organismo. No funcionaría. Él jamás se libraría del
deseo que sentía por Jisung, de la necesidad que sentía por el chico .

Jisung había intentado forzar las cosas, obligarle a tomar la iniciativa.
En cierto modo, eso era justo lo que había hecho.
Se pasó los dedos por el pelo, frustrado porque no sabía qué hacer al respecto.
Estaban subidos en un puñetero tiovivo sexual e iban a tener que descubrir una forma de bajarse si querían tener algún tipo de relación.

No podía follárselo y no quería
perderlo, y no tenía más opciones.
Empezaba a dolerle la cabeza. Se sirvió un whisky en el bar para intentar aplacar la incipiente jaqueca con intención de bebérselo con calma, pero lo apuró de un trago y se sirvió otro. Había vuelto a empalmarse solo de recordar cómo se había corrido
mientras lo veía masturbarse. Se bebió la segunda copa también de un trago y decidióndarse una ducha helada para ver si eso servía de algo.

Se quitó la camiseta e hizo lo mismo con los pantalones cortos y los calzoncillos.
Ni siquiera había salido de la pequeña sala de estar, cuando oyó que se abría la puerta. Se maldijo por haber olvidado cerrar con llave, no era algo que hicieran en la isla, y se volvió de forma instintiva, esperando que fuera Changbin.

Pero era Jisung. Con una expresión frenética en los ojos y una descarnada furia en la cara.

—Pero ¿quién demonios te crees que eres?

Se frenó en seco, sin duda porque acababa de darse cuenta de que estaba desnudo, y su pequeño grito estrangulado hizo que su piel, ya acalorada, ardiera aún con más
intensidad.
Lo vio recobrar la compostura. Parpadeó un poco y se mordió el labio inferior mientras sus ojos lo recorrían despacio de arriba abajo.

No creía que lo hiciera a propósito, pero cuando llegó a sus ojos, se lamió los
labios, como si él fuera su alijo privado de dulces. La idea anidó en minho, junto con la deliciosa fantasía de cuánto le gustaría ordenarle que le lamiera de arriba abajo.
«¡Joder!».

—¿Es que tú no llamas?

Vio el debate que se libraba en su rostro, junto con un inocente sonrojo que hizo que deseara tumbarlo sobre sus rodillas y darle unos azotes solo para ver si podía replicar ese mismo color en su trasero.
La indecisión en su rostro duró solo un momento. Luego avanzó como si lo
hubieran disparado y se aferró a Minho; sintió la parte baja de su abdomen tibia contra su
polla; su boca dura y caliente sobre la suya.

Debería haberlo apartado en ese mismo instante, pero ya no tenía fuerzas. Tal vez Jisung hubiera ganado, pero desde luego iba a hacer suya la victoria.
La tomó de forma frenética, besándolo profundamente. Con fuerza. Deslizó una mano por debajo de su cabello y dejó caricias allí. Luego acarició sus hombros y tomó los bordes de la camisa para deslizarla por sus brazos .
La ligera  tela permanecieron en su sitio, sujetos por la presión de sus
Brazos  contra su torso, pero sabía que caerían si los  apartaba, dejándolo expuesta a su mirada.

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