No sabía que el pasado podría marcarme tanto. No sabía que una persona, que un suceso, o que algo común podría afectarme de tal manera. Nadie lo dice, pero ser fuerte es muy difícil. No dejarse guiar por lo que sentimos también es muy difícil.
Una noche más en la que estoy con mis pensamientos y mi pasado. Una noche de viento y lluvia llegué del trabajo, y con mis zapatillas mojadas entré a mi casa, dejando un rastro de ellas hasta llegar a la mesa, en la cual se encontraba un sobre cerrado. Lo tomé, lo abrí, había una carta, la misma decía:
"Te haré pagar por todo lo que me has hecho sufrir"Di vuelta la carta para saber si tenía receptor, pero no, la carta solo tenía ese mensaje escrito. Esa misma noche tuve un sueño muy extraño, yo estaba en un bosque, las nubes que cubrían el cielo eran negras, había una neblina ligera, pero un tanto espesa, había tanta neblina que se me hacía imposible ver algo. Agité un poco mi brazo moviéndolo contra la neblina, así tal vez podría dispersarse. El bosque estaba húmedo, parecía que había llovido esa misma noche.
No sucedía nada en el sueño.
Empecé a caminar sin rumbo por el bosque, hasta que encontré la sombra de un hombre alto, y robusto. Me acerqué lentamente para saber de quién se trataba, cuando intenté tocar el hombro del hombre, se desvaneció, como si fuera un espejismo.
Empecé a escuchar una voz que se dirigió hacia mi.
—¡Me dejaste morir, me dejaste en el incendio, nos dejaste a todos! —la voz hacía eco y con la mirada intenté buscar de donde provenía la voz, pero fue en vano, sabía muy bien a qué se refería la voz.
No podía huir de mi pasado, pero tampoco tenía la culpa de lo que había sucedido.
—¡Nada de lo que sucedió fue mi culpa! ¡Yo ni siquiera estaba en el incendio! —grité lo más fuerte que pude, como si eso borrara mi pasado, como si borrara la carga de esa noche.
Luego de responder, pude escuchar una voz femenina hacía eco en el bosque misterioso.
—Nada fue tu culpa, debes dejar de torturarte.
Di media vuelta para saber quién era la chica, pero mi vista se empezó a nublar, no pude ver su rostro. Desperté de mi sueño o como yo lo llamo, pesadilla.
Mi pasado no dejaba de atormentarme, ya era muy difícil en mi vida diaria como para que ya no pudiera dormir. Apenas me desperté me senté en la cama y recordé la carta. Tomé mi celular de la mesita de noche y les mandé un mensaje.
Kate: Vanlo, Firox, ¿alguno de ustedes dos dejó una carta en mi casa?, porque si fueron ustedes no es gracioso.
Firox: No tengo idea de lo que estás hablando.
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LA NOCHE EN LA QUE TODO COMENZÓ [LGBT] #1 ✔
Teen FictionTodos alguna vez quedamos marcados por nuestro pasado, un suceso que nos abrió una herida incurable, pero no todos pueden vivir con ellos. Kate es una ex asesina que creía que su vida era una desgracia, lo había perdido todo hace muchos años y su co...