Capítulo ocho: Lo que sea con tal de protegerte

255 66 42
                                    

Rachel estaba toda lastimada, Tatiana, su hermana, le había provocado esas heridas y aparentemente era todo mi culpa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Rachel estaba toda lastimada, Tatiana, su hermana, le había provocado esas heridas y aparentemente era todo mi culpa.

Tatiana la castigó por no cumplir sus deberes como princesa y porque no siguió sus órdenes.

Nadie me quita de la cabeza que Rachel me oculta algo y que no quiere que lo sepa.

Ella se quedó a dormir, no quería que la dejara sola. Era de madrugada y todavía no podía dormir, no entendía cómo alguien podía hacerle daño a Rachel.

Su piel era tan suave y delicada, que parecía no poder soportar ninguna herida, pero la verdad era que Rachel es una fortaleza y aguantar todo lo que sufrió, hace que la admire.

Necesitaba que Erick viniera y me ayude con las heridas de Rachel, pero ella no quería que él estuviera metido en esto, solo quería estar a mi lado.

Porque según ella, yo le traía paz. tranquilidad y seguridad.

Yo seguía sentada a su lado, acariciando su cabello y ella dormía como si nada hubiera pasado.

Cuando la veo dormir, siento que es muy frágil, pero en realidad es mucho más fuerte de lo que creía.

Creo que Derek sabía que Rachel sufre violencia por parte de Tatiana, porque de lo contrario no me habría dicho aquello.

Tapé a la arquera que dormía plácidamente en mi cama y antes de irme de mis aposentos me aseguré de que ella estuviera dormida.

Cuando me fui, cerré la puerta con llave por miedo a que la reina supiera que estaba conmigo y decidiera hacerle más daño.

Fui lo más rápido que pude a los aposentos de Erick, golpeé la puerta tres veces, aumentando el ruido para que me escuchara.

—¿Qué pasa, Kate? —Erick abrió la puerta.

Entré sin su permiso, y él me miró confundido.

—Sigo esperando una explicación.

—¿Tú lo sabías? ¿Sabías que Tatiana maltrata a Rachel? —él asintió

—Siempre fue así, pero desconozco el motivo.

La tranquilidad con la que hablaba me ponía furiosa, porque sabía que ni él ni nadie intentó algo para evitarlo y la impotencia me estaba matando por dentro.

—¿Alguna vez intentaste algo para detener el maltrato? -pregunté al borde de la desesperación.

—No me corresponde involucrarme en eso —contestó con frialdad.

Erick se dirigió hacia una mesa de madera, tomó una jarra de oro y se sirvió agua en su copa.

—¿Me estás hablando en serio? ¿Tu gran amiga de la infancia está siendo maltratada y tú nunca hiciste nada para impedirlo?

Se dio la vuelta y con la copa de oro se acercó a mi.

—Rachel me pidió que no hiciera nada, solo le hice caso —se defendió.

LA NOCHE EN LA QUE TODO COMENZÓ [LGBT] #1 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora