Habían pasado dos horas y Rachel estaba asustada, angustiada y nerviosa. Cuando trajimos a Kaden a la clínica, Kan lo atendió y dijo que las heridas que él tenía, eran muy graves, era necesario coserle la piel para que la herida no empeorara.
Rachel hizo lo posible para permanecer al lado de Kaden, pero Kan necesitaba estar solo, así que la Señora Nora me ayudó a contenerla, ya que mientras Kan hacia su trabajo, ella entró a la sala sin su permiso y tuvimos que sacarla de ahí.
La pierna de Rachel subía y bajaba muy rápidamente, haciendo notorio su nerviosismo. Hace poco, oímos los gritos de dolor de Kaden y Rachel se tapó los oídos para no oír su sufrimiento.
—Él estará bien, lo peor ya pasó, Rach —acaricié su espalda y ella sorpresivamente me abrazó.
—Tengo miedo... —confesó en un susurro.
—¿De qué? —nos separamos lentamente.
—De que los padres de Vanlo decidan vengarse, sé que esto no quedará así —tomé sus manos y empecé a acariciarlas para que se tranquilizara.
—Si hay consecuencias, las enfrentaremos... Juntas —ella levantó la mirada y me sonrió.
—Gracias —en ese momento oímos el ruido de la puerta abrirse.
Las tres nos levantamos y Rachel pasó por delante de Kan, sin preguntarle si podia pasar o no y se adentró a la sala. Me acerqué a él y suspiró.
—¿Cómo está?
—Es un chico fuerte, pero no entiendo nada. Es igual a Rachel, ella no tiene hermanos, o ¿si?
—Es una larga historia, pero sí, es su hermano mellizo. Estaba en manos de mafiosos muy peligrosos, lo rescatamos, pero estaba muy herido.
—No puedo entender cómo está vivo. Por los golpes y la sangre que perdió debería estar muerto.
—A veces el deseo de ver a alguien es más fuerte que cualquier herida o golpe, él necesitaba ver a Rachel.
—¿No es como siempre te dije, Kate? El amor es la fuerza más poderosa del mundo, nada puede contra eso —comentó la Señora Nora.
Kan frunció el ceño y la miró confundido
—¿Y usted quién es?
—Larga historia, Kan.
—¿Por qué estás vestida así?
—Larga historia.
—¿Por qué Rachel parece una mafiosa elegante? —no contesté—. Larga historia, ¿no? —asentí.
Me asomé por la puerta y vi que Rachel estaba hablando con su hermano, al verme él alzó la cabeza e hizo un ademán para que entrara al consultorio. Al entrar me acerqué a Rachel que estaba sentada en una silla, mientras sostenía la mano de Kaden.
Él estaba sobre una camilla, con una bata de hospital. Su rostro estaba limpio, no había rastros de sangre, pero las heridas seguían.
—¿Cómo te sientes? —acaricié el hombro de Rachel, él dirigió su mirada a mi mano sobre el hombro y sonrió.
—Me duele todo, pero estaré bien, cuñada —ríio.
—Debes descansar, seguramente Kan te traerá algo para que estés mejor —frunció el ceño.
—¿El doctor aburrido? Quiere que esté aquí varios días para ver mi progreso, pero yo quiero estar con Rachel —hizo un puchero.
—Kan tiene razón, hermanito, él tiene que controlarte, pero no te preocupes que yo estaré aquí. No me iré de tu lado.
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LA NOCHE EN LA QUE TODO COMENZÓ [LGBT] #1 ✔
Teen FictionTodos alguna vez quedamos marcados por nuestro pasado, un suceso que nos abrió una herida incurable, pero no todos pueden vivir con ellos. Kate es una ex asesina que creía que su vida era una desgracia, lo había perdido todo hace muchos años y su co...