—¿Entonces somos novias oficialmente? —ella me miró.
Pasaron unos días desde aquel beso y desde que me di cuenta que la necesitaba como el aire que respiro.
Tomó mi mano y empezó a acariciarla.
—Sí —sonreímos al mismo tiempo.
Estábamos en el castillo abandonado, donde podíamos ser nosotras sin miedo, sin presiones y sin ataduras a peligro alguno.
Aunque una parte de mi sabía que estar en esta relación sería un peligro, pero ya había dejado pasar oportunidades y perder la oportunidad de estar con alguien como Rachel no era una opción y jamás lo sería.
Rachel estaba sentada contra la pared y yo estaba sentada delante de ella, entre sus piernas. Sus manos, que estaban encima de las mías, junto a mi vientre, acariciaba mis manos, la suavidad y calidez de su cuerpo me transmitía seguridad y paz.
—Me gusta cuando estamos así... Solas, mientras te acaricio... —giré mi cabeza para verla.
—Mientras me robas besos —ella río y negó con la cabeza.
—No tengo la culpa de que tus labios sean perfectos para mi.
Ella no lo dudó y sus labios colisionaron con los míos en un beso desesperado, pero dulce a la vez.
—Tengo que decirte algo... —frunció el ceño.
—Dime —ella bajó la mirada y luego me miró a los ojos.
—No quiero que haya secretos entre nosotras, así que te diré dónde estuvo Derek —suspiró—. Él fue a la ciudad, porque le pedí que buscara a tus amigos...
No pude evitar sonreír, saber que Derek tuvo contacto con ellos, me hacía muy feliz.
—Tal vez sea tonto preguntar, ¿pero por qué no me lo dijiste antes?
—Porque no quiero que te ilusiones pensando que tus amigos vendrán a rescatarte, porque no tienen como.
—¿Derek te dijo si estaban bien? ¿Cómo los encontró? ¿Te dijo algo? —pregunté desesperada.
Ella se río y me acarició la mejilla con su mano suave y delicada.
—Me dijo que habló con el chico que estuvo aquí, junto contigo y que un chico de cabello negro casi le da un golpe porque pensó que era una broma —soltó una risita.
—Habló con Katar y Firox, fue él quien casi le da una golpiza. Siempre fue así, impulsivo, sobreprotector y celoso, pero tiene un buen corazón.
Es curioso como en la ciudad encontré mi familia y en esta isla encontré a mi novia, pero el precio de eso era no ver a mi familia nunca más y no estaba dispuesta a perder a nadie, ni a Rachel ni a mi familia.
—Me alegra saber que están bien y que no han cambiado.
Sonreí, pero en parte estaba triste. La nostalgia y los recuerdos volvieron y no pude evitar preguntarme tantas cosas, Rachel lo notó y me dio un beso en la mejilla.
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LA NOCHE EN LA QUE TODO COMENZÓ [LGBT] #1 ✔
Teen FictionTodos alguna vez quedamos marcados por nuestro pasado, un suceso que nos abrió una herida incurable, pero no todos pueden vivir con ellos. Kate es una ex asesina que creía que su vida era una desgracia, lo había perdido todo hace muchos años y su co...