Era viernes, y me sentía un poco mejor, con más fuerzas que el martes, en esos dos días Rachel no me dirigió palabra alguna. Estaba molesta porque yo no solía gritarle, pero tuve tanto miedo de todo en ese momento, que no pensé en lo que hice o dije.
Sabía que haberle gritado no estaba bien, pero aunque me doliera sería mejor así.
Teníamos que ir a comprar vestidos para la fiesta y Ana se había ofrecido a llevarnos en su auto debido a mi estado, claro que a Rachel no le agradó la idea, pero aceptó de todos modos.
Sorprendentemente ninguna de las dos dijo nada, nunca habían pasado más de un minuto sin pelearse. Creo que Ana sabía que yo no estaba bien para poder controlarlas y Rachel, bueno... Ella trataba de disimular su desagrado hacia Ana.
Yo iba en la parte de atrás del auto, Ana conducía y Rachel estaba en el asiento de copiloto con el codo apoyado sobre la puerta y su mano haciendo un puño el cual sostenía su mentón.
Llegamos al centro comercial y Ana estacionó el auto en el estacionamiento.
Aunque seguía un poco débil, así que le dije a Ana que actuara normal para que Rachel no sospechara nada y aunque no le gustó la idea, entendió mis razones.
Ambas bajaron del auto y cada una se puso a un lado mío, Ana a mi lado izquierdo y Rachel a mi derecha. Ella me observó durante unos minutos y sabía que estaba buscando algo en mi que le dijera que estaba mal.
—¿Qué tenemos que comprar? —preguntó la ojiazul de manera tímida. Se sentía bien escuchar su voz otra vez.
—Vestidos, tacones y cosas así.
—Y protección —soltó la peli marrón.
—¿Protección? —Rachel frunció el ceño ante la confusión.
—Sí, será una fiesta peligrosa y es mejor que lleven algo para defenderse —respondió como si fuera obvio.
No sé qué fue de Rachel durante todo este tiempo, pero todavía le faltaba aprender muchas cosas de la ciudad.
—¿Espera?¿Tú no vendrás? —pude sentir cierta felicidad en esa pregunta que Rachel hizo.
—Por desgracia no, Kate ya tiene un plan y mi parte es estar preparada para la acción, sólo falta avisarle a Firox que será parte de la acción.
—¿Qué tiene que ver él con todo esto? —entramos al centro comercial y empezamos a caminar por el lugar lujoso.
Nos detuvimos en una tienda que vendía vestidos y ropa en general.
—Él hará que todo el mundo vea de lo que es capaz ese infeliz —le dije mientras miraba una vidriera llena de vestidos.
En la vidriera había un vestido de color blanco con rojo, otro de color violeta y otro de color azul con negro.
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LA NOCHE EN LA QUE TODO COMENZÓ [LGBT] #1 ✔
Teen FictionTodos alguna vez quedamos marcados por nuestro pasado, un suceso que nos abrió una herida incurable, pero no todos pueden vivir con ellos. Kate es una ex asesina que creía que su vida era una desgracia, lo había perdido todo hace muchos años y su co...