Liam era Oliver.
Lo fue todo este tiempo, por eso siempre estuvo un paso delante de mí, veía como el enmascarado me afectaba, como me las ingeniaba para que nadie sospechara. Todo el tiempo lo supo todo de mi y de mis amigos.
Sabía cómo Joanna amaba a Firox, sabía que ella y Vanlo quedarían destrozados, al igual que cuando supe que Rachel trabajaba con Oliver.
Fue cómplice de Matt, él estaba a favor de lo que él hacía, por eso fue a la fiesta, desde ahí él pudo notar como mi relación con Rachel no acabaría como él tenía planeado.
Por eso supo como dañarme, como dañar a mis amigos y su último golpe fue caer tan bajo, como el hecho de secuestrar a un niño para secuestrarme, porque por sí solo no lo hubiera logrado.
Típico de Oliver y mi padre, recurrir a actos cobardes para conseguir lo que quieren.
Una vez más fui engañada y por eso ahora me encuentro en una habitación sin ventana, en donde hace mucho frío y hay mucha humedad. La cabeza me duele, al igual que las muñecas. Mis pies no llegan a tocar el suelo y por más que lo intente, no hay algo cerca mío como para ayudarme.
Todo está oscuro, pero siento como unas cadenas sostienen mis muñecas, haciendo que me duela mucho. Incluso podría tener la piel roja y hasta tener un poco de carne viva por el dolor,
De pronto oí unos pasos, una puerta se abrió y la luz que entró a la habitación me cegó por completo. Cerré mis ojos con fuerza, hasta que sentí como el agua helada humedecía mi piel.
Abrí los ojos y lo vi, Oliver me había tirado un balde de agua fría.
—Tú...
—¿Inesperado? Lo entiendo, siempre fuiste débil, nunca fuiste capaz de reconocer a tu enemigo, incluso estando frente a ti.
—¿Dónde está Kyan? ¿Qué le hiciste?
—¿Sabes? Tuve el impulso de querer divertirme con el pequeño, torturarlo un poco y no solo hacer sufrir a Rachel, sino a Derek, pero por desgracia necesitaba que alguien le diera la noticia a Rachel, ahora ella sabe que estás conmigo.
Maldito infeliz.
—Pero no sabe donde.
—Yo no estaría tan seguro de eso —hizo una sonrisa macabra.
Me dio la espalda y se dirigió hacia la puerta de acero.
Observé un poco más la habitación, mientras la luz iluminaba la escena. A una distancia segura de mi había una mesa de metal con rueditas, en ella había algunos objetos de tortura, como un látigo, cuchillos, sal y una soga.
—¿Qué quieres decir? —sonrió de lado, mostrando sus dientes y esa mirada oscura característica de él.
—Luego te lo enseñaré, hermana —dio unos pasos hacia adelante y cerró la puerta detrás de él.
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LA NOCHE EN LA QUE TODO COMENZÓ [LGBT] #1 ✔
Teen FictionTodos alguna vez quedamos marcados por nuestro pasado, un suceso que nos abrió una herida incurable, pero no todos pueden vivir con ellos. Kate es una ex asesina que creía que su vida era una desgracia, lo había perdido todo hace muchos años y su co...