Detrás de las paredes del castillo - ✅

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Marcy entró al gran salón del trono, el rey Andrias se sorprendió al ver a la princesa acercándose a el con aires de desición y firmeza.

« Interesante » pensó.

Marcy hizo una pequeña referencia ante el, pero no se puso de rodillas como la mayoría que se presentaba ante el rey lo solía hacer.

La pelinegra levantó la mirada y sus ojos se encontraron al instante con los de aquel hombre.

-Feliz cumpleaños, Marcy — el fue quien habló primero — ¿Qué es lo que quieres?

Marcy sonrió y jugó con el anillo que decoraba su mano.

-Quiero que pares con esto.

Andrias observó finalmente a Marcy mostrándose afectado ante lo que acababa de decir

-¿A qué te refieres?

Marcy rodó los ojos y extendió los brazos a sus lados.

-¿Como que "a qué te refieres"? — dijo, sabiendo que era obvio a que se refería — ¡A todo, no me quiero comprometer!

Marcy dió un par de pasos hacia el frente acercándose más y más al rey, el cual la observaba con sorpresa pura en su rostro.

-¡¿Por qué tienes que elegir con quién me casaré?! — las mejillas de la princesa se coloraron ante la emoción y la rapidez con la que pronunciaba las palabras — una mucho mejor pregunta ¡¿Por qué no me preguntas antes si quiero casarme?!

Andrias frunció el ceño hacia Marcy, quien llevó una mano a su pecho y trató de volver a respirar con normalidad ante la reciente emoción con la que había hablado.

El rey se levantó de su trono, sus pasos resonaron en la sala mientras se acercaba a Marcy.

La princesa no bajó la mirada y tampoco se arrepintió de haber dicho todo, solo se liberó y si era sincera, la opinión de Andrias no le importaba, pero siempre tenía que seguir sus tontas reglas al ser el una autoridad mayor.

-Solo busco lo mejo para ti.

-¿Y qué es lo mejor para mí?

-Un príncipe de buena reputación, el cual te pueda brindar una vida digna, Marcy.

-Oh, no me digas — Marcy rodó los ojos — ¡Eso no es lo mejor para mí!

-¡¿Qué es lo mejor para ti, entonces?!

Marcy soltó todo el aire que había retenido en sus pulmones, la imagen de Anne y Sasha llegaron a su mente como un rayo sin dejarla pensar en otra cosa. Su mano se volvió un puño.

-Estaré ahí, pero bajo mis propias condiciones, no quiero que se lleve a cabo una elección y mucho menos si tú eres el que elige.

Marcy se volteó y comenzó a caminar hasta la salida del salón.

-¿Solo eso?

Marcy se detuvo justo al frente de la puerta y sonrió.

-No conoces mis condiciones, pero, puedes elegir el entretenimiento y la comida — Marcy observó de reojo a Andrias volver a su trono con cansancio — no hagas nada que me pueda afectar en estas cosas que te permito hacer.

El rey soltó un suspiro.

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Anne apretó la mano de Marcy por debajo de la mesa, resultaba que esta era una buena forma de mantenerse serena y no sucumbir al pánico o los nervios.

El rey Andrias se levantó de la silla llamando la atención de todos los presentes en el gran salón, Anne observó de reojo a Marcy, quien parecía igual de confusa que el resto de los acompañantes en la mesa.