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~Unas horas antes~

-Diamante, Granate, Esmeralda, Amatista, Rubí.

-Sasha, te juro que no les ayudaré con esto si sigues cambiándome el maldito nombre — Jade se quejó.

Sasha abrió los labios, pero se arrepintió al instante y de resignó a llamar a la chica por su nombre verdadero.

-Bueno, Jade de mi corazón — aclaró su garganta — ¿Cuantas putas horas faltan?

-¿Estás tan emocionada por ver como una de tus novias se casa con un príncipe idiota? — Jade bromeó mientras rodaba los ojos.

Sasha hundió las cejas y le pegó a Jade en el hombro, luego se acercó a Anne y entrelazó sus manos para alzarlas y dejar un beso en los nudillos de la castaña, quien simplemente se sonrojó y desvió la mirada.

La rubia le pasó un brazo por los hombros a Anne y dejó un beso en la coronilla de la castaña.

-Faltan aproximadamente... ¿10 o 20 minutos? — Jade respondió a la pregunta — mejor vamos buscando un lugar o nos tocará irnos para atrás o para directamente el frente.

Juntas caminaron entre el mar de invitados en busca de unos asientos que sirvieran para su plan, no podían estar hasta los asientos de atrás ya que sería muy díficil ver lo que pasaba.

Pero tampoco en los que estababan hasta el frente porque el rey o cualquiera de sus invitados especiales las podría reconocer. Eligieron unos que estaban en el medio y se sentaron esperando a que la boda iniciara.

La castaña y la rubia observaban con odio como el rey hablaba animadamente con Darrell, orgulloso de estar obligando a Marcy a casarse con un hombre que la pelinegra odiaba.

Dios, el solo decir la situación sonaba tan deprimente y les lograba causar un gran vacío en el corazón así como un odio indescriptible hacia aquel hombre.

Sus manos se aferraron con fuerza en cuanto una melodía comenzó a llenar sus oídos, anunciando que la novia estaba entrando al lugar.

Sus corazones comenzaron a latir con rapidez, al igual que la ansiedad recorrió sus venas ante la desesperación.

Ver a Marcy fue como poder volver a respirar.

A pesar de que la chica tenía un aspecto deprimente, a pesar de que sus ojos parecían rojos en señal de que había llorado, a pesar de que debajo de sus ojos habían ojeras profundas y evidentes.

Ver a Marcy fue poder caer en cuenta de que esto no era ningún sueño, así que no todo podía ser el bueno, tenían que caer en cuenta tarde o temprano de la situación en la que su reencuentro se llevaría a cabo.

Observaron con el corazón en la mano como Marcy tomaba la mano de Darrell intentado disimular el odio y asco que le tenía, la voz de Andrias llegó a sus oídos y el lugar se quedó en silencio.

-Es ahora o nunca — Jade susurró mientras se ponía de pie.

Jade se alejó acercándose hasta la parte en donde estaba Marcy, Sasha apretó fuertemente la mano de Anne y dejó un beso en los labios de la castaña.

Anne sonrió levemente y le devolvió el beso mientras se aferraba a la ropa de la chica sin querer soltarla.

Tenían miedo, miedo de que todo pudiera salir mal y que todo terminara mal.

Pero aún había una esperanza e ilusión en su interior que las motivaba a seguir con el plan, se aferraban a la idea de volver a estar con Marcy y poder darle la buena vida que la princesa se merecía.

-Te amo, Anne — Sasha dejó un beso corto, pero dulce, en la mejilla de su novia — nunca lo olvides, porfavor.

Anne abrazó a Sasha y aspiró el olor de la rubia.

-Yo también te amo, Sasha.

Se separaron y se sonrieron la una a la otra, tratando de tranquilizarse y darse ánimos para poder seguir.

Sasha enredó su mano en el mango de la espada, junto a Anne, se acercaron al lugar donde los futuros esposas se encontraban. Compartieron una última mirada antes de buscar a Jade intentando asegurarse de que ella estuviera lista.

La encontraron en el lugar donde habían asignado, ella les hizo una seña con la mano en señal de que debían seguir. Anne soltó todo el aire que había estado reteniendo en sus pulmones y se aferró al metal helado de su espada contra su mano.

Y eso las traía a donde estaban actualmente.

Los cuerpos de los guardias rodeaban el lugar donde ellas se encontraban, espalda contra espalda, sus respiraciones agitadas y sus manos aferrándose a las espadas manchadas de sangre reciente arruinando lo pulcras que habían estado anteriormente.

Sasha a pesar de haber iniciado solamente con una espada de color rojo que Marcy le había regalado, le había robado una espada de color azul a uno de los guardias después de haberlo apuñalado.

No quedaba rastro de la princesa en el lugar, las dos guardias se habían asegurado de que Marcy se hubiera ido corriendo junto con Jade al sólo momento en que su plan inició.

El pánico y el caos llenaba el lugar, los invitados que restaban corrían por todas lados buscando un lugar para estar seguros, pensando que cualquiera de las guardias les quería hacer daño.

-Vaya, veo que pudieron escapar — los pasos del rey acercándose a ella resonaron en el salón.

Anne y Sasha se voltearon al instante hacia Andrias, quien sonreía arrogantemente y caminaba hacia ellas.

Ninguna de las dos retrocedieron, la adrenalina lograba nublar cualquier rastro de cordura y no pensaban en nada más que no fuera poder vencer a Andrias de una vez por todas para poder ser felices junto a Marcy.

-Rindete, Andrias, esto termina aquí — Anne dijo, el metal de las espadas junto con las armaduras de los guardias fallecidos resplandecían bajo la luz del intenso sol en un día de verano — deja que nos vayamos con Marcy y nadie más morirá.

Andrias soltó una risa burlona y negó con la cabeza.

-Me temo que eso no será posible.

El brillo de una espada dorada bajo el sol logró cegar a las guardias durante un momento, se aferraron a sus espaldas al ver que Andrias no planeaba rendirse tan fácilmente.

Sasha sonrió burlona y jugó con sus espadas.

-Juego con tus mejores armas, Andrias — escupió.

Andrias rió, siguiendo la actualidad burlona que solía tener.

-Claro que lo haré — comentó — pero antes... ¿No olvidan que todos estos muertos no eran mis mejores armas?, Trabajaron para mi un tiempo, deberían saber que tengo una arma secreta.

Anne y Sasha se hicieron para atrás comprendiendo lo que Andrias quería decir, tragaron grueso y observaron todo el lugar con atención en busca de cualquier movimiento que las obligara a estar atentas.

-Yunan — murmuró.

Andrias salió del lugar en busca de la princesa en cuanto la general apareció, su armadura tan brillante como sus armas aparecieron y se quedó confiado de que ganaría.

Si de algo están seguro, era que a pesar de que aquellas dos guardias eran muy buenas peleando, en ningún momento le habían podido ganar a su entrenadora.

Nadie la había podido ganar a la general en mucho tiempo y eso era algo que tenía a su favor tomando en cuenta que ella estaba de su lado.

El sonido de las armas chocando comenzó a sonar junto con con los pasos de Andrias alejándose.

ᖭི༏ᖫྀ

ESTE CAPÍTULO TIENE MUCHO QUE DAR Y ESO ME ENCANTA 😍

Estamos en el punto directo del clímax, ¿Saben que significa eso?, ¡Pura estabilidad emocional por el suelo, pero claro, tendremos momentos épicos!

¿Quieren que les resuma en una palabra lo que veremos luego?, Fácil, muerte...

NOS VEMOS *sale corriendo antes d decir más 🏃‍♀️* ♡︎

ᖭི༏ᖫྀ

Detrás de las paredes del castillo - ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora