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Las puertas se abrieron frente a ellas.

El re Andrias parecía aburrido escuchando hablar a la general Yunan, quien le informaba sobre los avances que su ejército había hecho en la búsqueda.

Pero el aburrimiento desapareció por completo cuando sus ojos viajaron a las personas que estaban entrando, una sonrisa apareció en su rostro.

Lady Olivia y la general Yunan se quedaron heladas al ver la escena.

Ambas conocían a Jade, ¿Como no hacerlo?, Ella estaba en varios carteles de "se busca" y había estado en el castillo varias veces esperando ser recompensada por capturar a personas que el rey buscaba.

Sin duda, una de las personas favoritas del rey.

Aunque Jade odiaba al rey, igualmente, este nunca parecía darse cuenta del odio que la pelirroja le tenía.

-Miren quien volvió...

El rey se levantó del trono bajo las miradas de todos los presentes y caminó hacia Jade.

-Quiero mi dinero antes que nada, Andrias — le advirtió.

-Oh, no te preocupes por eso, estoy dispuesto a pagarte lo que te ofrecí.

-Más te vale — Jade le dedicó una sonrisa de labios cerrados y se dió la vuelta — esperaré mi pago puntual como siempre, esta vez fue un trabajo difícil, la rubia es bastante insoportable.

Sasha se habría ofendido (aunque internamente lo había hecho) de no ser por la situación en la que estaban.

Los guardias las habían tirado al suelo sin preocuparse demasiado por si lo habían hecho muy fuerte, la única excepción era Marcy, por quién si se habían preocupado y asegurado de no aventar con fuerza.

Eso no quitaba que la habían aventado de rodillas frente a Andrias, quien simplemente sonreía con satisfacción y orgullo de haber ganado.

El sonido de las puertas cerrándose indicó que Jade había salido del salón, Andrias hizo un gesto con la cabeza a los guardias indicándoles que salieran del salón como lo había hecho la chica de cabello rojo anteriormente.

La sala estuvo en silencio durante el tiempo en el que todos se retiraban, y cuando los pasos de Andrias acercándose a Marcy llenaron el lugar, la pelinegra volvió a sentir un gran odio pot el hombre.

-Tuviste agallas esta vez, Marcy — tomó su rostro con cariño.

Una caricia falsa, pero llena de felicidad por parte del rey, su mano de deslizó por el rostro ya no tan suave de la princesa, pero aún podía sentir que su piel estaba bien cuidada, lograba entender que no estuviera igual que antes.

-Ahora que estás de vuelta en casa, hemos estado ocupando con los preparativos de la boda, así que no tenemos que esperar demasiado para que se lleva a cabo.

Marcy solo mantenía la mirada en el suelo, sintió como las lágrimas saladas bajaban por su rostro hasta caer en la alfombra.

El rey la obligó a levantar la mirada sin preocuparse en ser dulce al hacerlo, la sonrisa desapareció y comenzó a mostrar la furia que sentía.

-Has arruinado todo por tus caprichos, pero Darrell y su familia te han podido perdonar, deberías estar agradecida por eso.

-¿Agradecida por qué, por estar siendo obligada a casarme con alguien que es un idiota y odio?

El rey hundió las cejas sin poder creer que Marcy aún le estuviera respondiendo, ella estaba llorando, parecía vulnerable, pero aún así mantenía lo que ella quería con firmeza y no tenía miedo de atacar al rey.

Detrás de las paredes del castillo - ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora