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Marcy volteó al instante hacia la puerta al  escuchar el sonido de esta abriéndose.

Puso una mueca al ver a Andrias entrar a la habitación, su ropa tenía nas cuantas manchas de sangre salpicadas y arruinando lo pulcras que estas solían estar.

La pelinegra se levantó de la cama y caminó hacia el, frunció el ceño y observó cómo este cerraba la puerta detrás de el.

-Déjame ir, maldito — le dijo en cuanto quedaron a solas.

Andrias no dejaba de sonreír en ningún momento, intentó acercarse a Marcy, pero esta se alejó con brusquedad y lo observó con odio y desagrado.

Un suspiro cansado escapó de los labios del rey, le ofreció que tomara asiento y esta a regañadientes lo hizo, se sentó en el borde de la cama y levantó las manos en señal de que empezara a hablar.

-Vamos, suelta lo que sea que tengas que soltar, ya me arruinaste la vida, no creo que algo pueda llegar a empeorar.

-Deberías dejar de insistir tanto en escapar con las dos prisioneras.

Andrias comenzó a caminar con aburrimiento por la habitación bajo la antena mirada de la princesa.

El rey se llevó una mano al cabello y lo hizo para atrás evitando que mechones le cayeran frente a los ojos y arruinaran su capacidad para poder ver lo que tenía frente a el.

-¿Por qué debería hacerlo?

-Porque yo mismo me encargué de que sus cabezas rodaran por el suelo — dijo.

Marcy tardó un par de segundos en reaccionar, comenzó a temblar y sintió que sus ojos se cristalizaban.

No podía ser cierto, Andrias estaba mintiendo, era mentira.

Mentira, mentira, ¡Una pita mentira como todo lo que salía de la garganta del rey!

Anne y Sasha tenían que estar bien, no era posible que ellas estuvieran muertas, le habían prometido a Marcy que todo mejoraría, ellas tenían que cumplir la promesa que le habían hecho.

-No te creo.

-Aunque no lo hagas, no puedes cambiar la realidad, Marcy — Andrias finalmente la miró, una sonrisa decoraba su rostro y disfrutaba de cada palabra y la reacción que Marcy había tenido — ahora debes aceptar tu nueva vida, te casarás con Andrias y el reino no se quedará sin ningún rey en cuanto muera.

-Estoy rezando para qué el día en el que mueras llegue lo más pronto posible — Marcy murmuró.

Andrias simplemente soltó una risa sin diversión y se dió la vuelta para poder observar bien a Marcy, ella usaba un vestido blanco que llegaba hasta el suelo, estaba repleto de encaje y para el gusto de Marcy, era simplemente horrible.

Andrias se encogió de hombros y se acercó a ella, le pasó una mano por el rostro y no dejó de sonreír en ningún momento.

-Sé que el príncipe Argo y tu no tardarán en darme una increíble sorpresa — la soltó y caminó hasta la puerta — ellas están muertas y espero que entiendas eso lo más rápido posible.

Marcy bajó la mirada y escuchó la puerta cerrarse.

Estaba segura de que Andrias mentía, era imposible que las mujeres que amaba estuvieran muertas.

Luego de unos minutos, Marcy se encontraba en una esquina de la habitación, sus sollozos resonaban por doquier, la mayoría de cosas estaban esparcidas por sobre el piso del lugar y Marcy no se arrepentía de haberlo hecho.

Todo le pertenecía a Andrias y le valía una verga lo que pasaba con Andrias o sus pertenencias.

Se levantó, el vestido había quedado hecho un completo desastre sin oportunidad de ser salvado, su cabello estaba despeinado y varios mechones le caían por la frente.

-¿Marcy? — volteó al instante hacia Lady Olivia.

La mujer observó a la princesa sin poder creerse lo que estaba viendo, Marcy desvió la mirada y se rascó la nuca con una mueca en el rostro, una mueca de asombro estaba plasmada en el rostro de Olivia.

Los ojos de la princesa aún se encontraban rojos y su aspecto era completamente desordenado y poco elegante, a diferencia de cómo había estado bien arreglada en la mañana gracias a Lady Olivia.

Lady Olivia frunció los labios y se acercó a Marcy para rodearla con los brazos, Marcy aspiró el olor de la mujer que la sostenía como si estuviera a punto de morir y comenzó a llorar en su hombro sin poder evitarlo.

Olivia la reconfortó lo más posible, se lamentaba de no poder ayudar a Marcy en nada, intentar pelear contra la palabra del rey solo empeoraría la situación y no beneficiaría de ninguna forma.

-Todo estará mejor, Marcy.

Lo único que le quedaba era hacer promesas que sabía eran mentira, pero que aún estaban respaldadas por una esperanza e ilusión que se encontraba en su interior.

Y a pesar de que le habría gustado salir corriendo con Marcy a su lado, a pesar de que le hubiera gustado ayudarla a destrozar la habitación, a pesar de que le habría gustado confrontar al rey sin miedo a nada, no hizo ninguna de estas cosas.

Porque ella estaba segura de que mentiría si dijera que no tenía miedo, todos tenían miedo y eso era algo que no podías evitar por más que lo intentaras.

Limpió el rostro de Marcy con gentileza y sonrió, intentando reconfortar a Marcy como a una niña pequeña.

-¿Lo prometes?

-Lo prometo.

ᖭི༏ᖫྀ

-Ten más cuidado, mierda.

-Perdón por casi matarme gracias a que tengo varios golpes en todo el cuerpo, Jadecita — Sasha rodó los ojos.

Se encontraban en camino a la habitación que había sido de Anne y Sasha cuando fueron guardias en el castillo.

Una misión bastante difícil tomando en cuenta que el castillo estaba repleto de guardias gracias a que ese era el día de la boda.

El rey había invitado a miles de personas y el gentío llenaba el castillo, todos esperaban ver la gran escena que se les presentaría, la princesa había escapado pero ahora estaba por casarse, claramente llamaría la atención de todos.

Jade sostenía con un poco de dificultad los cuerpos de las dos chicas ayudándoles a mantenerse de pie, estaba segura de que se caerían al suelo si no se estuvieran apoyando en ella.

-¿Cuanto falta?

-No debemos estar muy lejos — Anne respondió a la pregunta.

Y así fue, luego de un rato caminando llegaron al apartado de habitaciones, se colaron entre todas y le pusieron seguro a la puerta para luego trabarla con una silla.

Jade se sentó en la silla que restaba en la habitación y se colocó justo a la frente de la cama donde Sasha y Anne descansaban tratando de recuperar las fuerzas que habían perdido anteriormente.

-Bien, debemos armar un plan antes de que la boda inicie — comenzó — acepto sugerencias y las que son pendejas las mando a volar junto con Dios.

Anne y Sasha compartieron una mirada antes de volver a ver a Jade, tal vez se les ocurrió algo, Jade levantó una ceja con curiosidad.

ᖭི༏ᖫྀ

Este capítulo es un tanto corto, pero me gustó el resultado :D

¿Qué opinan de lo que ha pasado hasta el momento, tienen teorías, han llorado, aún tienen estabilidad emocional?

No me extenderé con esta nota de autor porque me cuesta mantener los ojos abiertos y probablemente esto tenga errores ortográficos hasta en el culo, no me culpen, tengo sueño y estoy por irme a dormir ahora que termine esto ☠️

Nos vemos ♡︎

ᖭི༏ᖫྀ

Detrás de las paredes del castillo - ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora