Detrás de las paredes del castillo - ✅

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-¡No voy a morir solo por eso!

Grime rodó los ojos tratando de ignorar las súplicas de Sasha, quien estaba arrodillada frente a el, sus manos estaban juntas y sus ojos solo rogaban por qué Grime aceptara su idea.

Idea que para todos los presentes, era descabellada y bastante estúpida.

El hombre soltó un suspiro, ya cansado de la voz de la rubia.

-Sasha, por el amor a Cristo...

-¡Cocinaré el resto del tiempo que estemos aquí!

Grime levantó las cejas con sorpresa y soltó una risa casi inaudible.

Sasha se arrepintió al instante, pero no lo expresó en voz baja porque situaciones desesperadas, ameritaban medidas desesperadas.

Grime hizo un ademán al aire indicándole a Sasha que se pusiera de pie. La rubia se sentó en el medio de Anne y Marcy, en su rostro se dibujó una brillante sonrisa inocente y angelical.

-Pueden ir — Grime aceptó.

Sasha se levantó de la silla y se lanzó sobre Grime para abrazarlo, Grime tomó de los hombros a Sasha y la obligó a mirarlo.

-Pero, será bajo mis condiciones.

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-¿Estás segura de que esto es buena idea?

-Claro que lo es.

-Claro que no lo es.

Sasha volteó indignada hacia Anne, quien solo rodó los ojos y terminó de anudar los cordones de sus botas.

-Sasha, nos están buscando fuera de esta casa, ¿Estás consiente de eso?

-Claro que lo estoy, por eso estamos siguiendo las reglas de Grime.

Sasha se encogió de hombros y se dejó caer junto a Marcy, la pelinegra observó de reojo a la rubia y sonrió.

Anne no pareció estar convencida de la respuesta que recibió, pero tampoco se podía poner a discutir con Sasha sabiendo que la rubia podría ganar un premio a la persona más terca existente.

-¿Le vas a negar la ilusión de conocer a Mar-Mar, Anne? — Sasha dijo mientras pasaba un brazo por los hombros de la mencionada y dejaba un beso en su mejilla.

Anne soltó una risita y se dejó caer al otro lado de Marcy.

-Créeme que no estaría renegando se esto si no fuera peligroso — Anne dijo.

Sasha se inclinó hacia adelante y tomó a Anne de las mejillas, dejó un dulce y corto beso en los labios de la castaña y sonrió.

-Sabemos cuidarnos, en todo caso que alguien nos quiera matar, lo hacemos nosotras primero — bromeó.

Anne rió, sus ojos aún seguían fijos en las orbes azules frente a ella. Levantó una mano y pasó un mechón de pelo rubio detrás de la oreja de Sasha.

La sangre subió hasta las mejillas de la rubia tiñendolas de carmín.

-Si tu lo dices — aceptó finalmente.

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Marcy observó el mar de gente frente a ella.

El bullicio de la multitud aún le molestaba un poco, pero era soportable con tal de poder salir y seguir descubriendo sobre el mundo que se le había ocultado durante años.

Anne y Sasha sonrieron al ver la emoción en el rostro de Marcy.

-¿Quieres probar la comida?, Los puestos no cobran mucho.