Capítulo 51

20 7 11
                                    

- Bueno, lo esencial ahora, es ir a.. a cambiarnos la ropa Mojada. - Dijo un Michael más tranquilo y recién acabando con su ataque de risa y saliendo de la piscina mientras yo estaba sentada en la orilla de la piscina. - Tnnn no te duermassss, hay que irnos a cambiar primero.

- ¿Ah si? ¿Y que se supone que me ponga, Sherlock Holmes?

- Mmh.. - Tras meditar un poco teniendome acostada en la orilla de la piscina con las piernas colgando dentro de la piscina - Puedes usar mi ropa..

Lo vi, y él a mí con una sonrisa y alzó sus cejas y las bajo, yo mediante su acto.

- Bien pero, ¿Y la ropa interior, genio?

- Pues.. También te puedo prestar boxers - Me vio de nuevo con una sonrisa, aunque ahora parecía una sonrisa tímida. - Si te soy sincero, yo lo que quiero es que te quedes.

- ¿Aquí?

- Sí, y a dormir.

- Uy, pero me hubieras avisado cariño, así hubiera traído ropa.

- Pues si, pero es que se me paso.

- Y si voy a traer la ropa rápido a mi casa ¿Te parece?

- No, eso no, porqué luego capaz te da pereza volver a venir.

- Ay corazón, no, ¿Cómo crees? - Le dije intentando convencerlo, él me vio con una carita tipo "Si, como si no te conociera" - Bueno, ¿En serio estarías dispuesto a prestarme de tu ropa, incluso la interior, sólo para que me quede?

Dije y entre al agua con él, él retrocedió un poco por reflejo.

- S-Sí, ¿Acaso no es normal? - Dijo quitando su mirada, parecía más bien un niño tímido.

- Para unos "Novios" hasta ese punto no, pero como somos más, supongo que sí. - Él se quedó pensando en lo que había dicho, para encogerse de hombros.

- Entonces, ¿Aceptas? - Me vio con esa carita de cachorrito.

- Mmh.. Déjame pensar.. Bien, me quedaré hasta que se seque la ropa.

Vi que esos ojitos se iluminaron y me abrazo.

- Vamos a hacer una pijamada y vendremos aquí en la noche. - Vaya, ni yo me esperaba tal emoción en su tono de voz, he de admitir que hasta yo me emocione un poco, emoción que fue cortada por un estornudó mío.

- Y bueno, lo mejor será ir a cambiarnos ahora.

- Vaya que sí.

Él salió de la piscina y un poco temeroso porque lo tirara a la piscina, me ayudo a salir.

Fuimos con la ropa empapada hacía la mansión, tras escurrir un poco la ropa estando afuera en el pasto, nos fuimos a la mansión y con cuidado al ver el piso limpio, subimos, habíamos quitado nuestros zapatos y los llevábamos en la mano, rápidamente subimos a el piso de arriba y Michael me llevó al frente de una habitación que tenía una puerta grande de un café oscuro.

- Es mi habitación, ven. - Abrió la puerta y ambos entramos. - A ver, la piscina la lavaron ante ayer, pero igualmente, ¿Te gustaría ducharte? Digo, para que te sientas más cómoda después.

Protect Me MichaelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora