Narra Isabella:
Estaba admirando el paisaje de la carretera casi desierta mientras recorríamos aquel camino infinito hasta Hawkins. Tenía tiempo de sobra de sumergirme en mis pensamientos mientras mi padre conducía y conversaba con mi madre de varias cosas sobre la mudanza y la reincorporación al hospital.
Hacía más de dos años que no veía a mis amigos y tenía unas ganas enormes de que nos pusiéramos al día. Quería que me contaran que tal estaban cosas por el pueblo, como llevaban sus trabajos o su preparación para ir a la universidad... En fin, teníamos que hablar de muchísimas cosas, tal vez incluso demasiadas.
Algo más o menos positivo de mi ausencia en Hawkins fue poner tierra de por medio entre Steve y yo. Aunque nuestro romance fue algo breve, también fue bastante intenso. Encima, fue el primer chico con el que mantuve relaciones sexuales y del primer, y por ahora único, chico del que me había enamorado.
Aunque la distancia hizo más llevadera nuestra ruptura y la relación acabo de buenas maneras, siendo amigos; era consciente de que el haber estado tanto tiempo lejos de aquel pequeño pueblo y conocer a gente nueva me ayudó bastante a olvidar esos sentimientos que tenía por él.
Lo último que sabía de él es que estaba saliendo con Nancy, y la verdad es que me alegraba. Ella era una buena chica así que si tenía que estar con otra que no fuera yo, me alegraba de que hubiera sido Nancy. Puede sonar absurdo, o casi cínico, pero este tiempo fuera me di cuenta que Steve no estaba hecho para mí, más que seguramente para ser mi mejor amigo, así que lo único que quería es que fuera feliz, al igual que esperaba que él quisiera lo mismo para mí.
Esperaba que Jonathan también estuviera bien. Siempre me había dado mucha lástima el hecho de que lo marginaran o lo trataran como un bicho raro. Aunque era cierto que era algo rarito y, de alguna manera, especial; era un chico con un buen corazón. Y es precisamente por eso que siempre tuvo mi apoyo y fui casi su única amiga. Deseaba que durante mi ausencia no le hubieran hecho daño.
A pensar en Jonathan vino a mi mente su hermano pequeño, Will, y no pude evitar sonreír para mis adentros. Él y sus amigos también eran bastante especiales. Cuando no estaban en el colegio se pasaban el día metidos en el sótano de Mike, el hermano menor de Nancy. Jugaban a un juego de dados y estrategia, Dungeons & Dragons; todo un mundo de fantasía, dragones y magia. La verdad es que eran adorables, a su modo.
No le había dicho a ninguno de mis amigos que volvía, quería darles una sorpresa, aunque... Esperaba que no se hubieran olvidado de mí. Es verdad que nos fuimos escribiendo cartas y postales y nos hacíamos alguna que otra llamada telefónica. Pero en el último año habían estado prácticamente desaparecidos, dejaron de responder a mis cartas y las llamadas fueron prácticamente inexistentes. No sé que habría pasado para ese extraño comportamiento.
Sin darme cuenta ni de como, ya estábamos delante de casa nuestra antigua casa. Después de tanto tiempo cerrada y deshabitada seguramente estaría llena de polvo; lo cual implicaba que seguramente nos esperarían uno días intensos de hacer limpieza. Nos bajamos del coche y mi padre abrió el maletero.
- Isabella cariño -la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos-. Ayúdame con estas cajas por favor.
- Voy mamá, aunque ya sabes que mucha fuerza no tengo -reí mientras me acercaba a ella y a mi padre.
- No te preocupes, yo cogeré las más pesadas -mi padre me dio un beso en la frente.
Tardamos un rato en bajar todas las cajas del coche para llevarlas hasta el umbral de la puerta. Mi padre agarró las llaves de la casa y abrió la puerta. Al fin en casa de nuevo. Menos mal que la dejamos amueblada y todo lo que teníamos que traernos de la otra casa cabía en nuestro coche; de lo contrario habríamos tenido mucho más trabajo además de tener que alquilar un camión para la mudanza.
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Object of my desire | Billy Hargrove (TERMINADA)
FanfictionDespués de estar dos años fuera por motivos de trabajo de sus padres, Isabella volvió a Hawkins y recuperó su amistad con los antiguos compañeros de instituto. También había caras nuevas, como la de Billy Hargrove. Nunca había conocido a nadie al qu...