— Suéltame, por favor —le miré con desesperación—. Me quiero ir a casa, si no te importa.
— Si me importa —me miró con seriedad—. Quiero hablar contigo.
— Eso suena a orden —respondí con evidente enfado—. Y lo siento por ti, con los demás tal vez te funcione, pero a mí no me das miedo. Tus imposiciones no funcionan conmigo —intenté zafarme de su agarre—. Ya te he dicho que no tengo nada que hablar contigo, William. Está todo hablado y más que claro. Suéltame ahora mismo —ordené.
— Sólo hablaste tú, Isabella. No me diste lugar a poder explicarme —replicó.
— No sé que tendrías que explicar —bufé y rodé los ojos—. Quedó todo muy claro. Yo te tendí la mano, pensando que podría con el tiempo conocerte mejor y ver quien realmente eres. Tú solo aprovechaste la ocasión para conseguir lo que querías desde un principio, acostarte conmigo. Te felicito, enhorabuena —volví a hacer fuerza para que me soltara—. Ahora déjame ir Billy. Suéltame o gritaré.
— Sí, tienes razón. Desde el principio he querido tener algo contigo —me acercó a él aprovechando que aún me tenía agarrada—. Pero nunca he querido que seas una más, Isabella. De verdad que por ti siento algo distinto, no sabría como explicarlo porqué ni yo mismo lo entiendo —cada vez acercaba más su cara a la mía. Mi corazón y mi respiración empezaron a agitarse—. Ayer fue la primera vez en muchos años que me sentí bien con alguien. Que sentí que tal vez podía dejar toda mi furia de lado. Fue la primera vez en mucho tiempo que alguien se preocupó por mí —se acercó todavía mas e intentó besarme pero aparté la cara.
Steve estaba a lo lejos y vi que se empezó a poner tenso. Me percaté que tenia intención de venir hacia nosotros, pero le hice una seña para que se quedara dónde estaba. No quería que las cosas se pusieran feas, otra vez.
— Oh vamos Billy —contesté cínicamente—. Deja de mentir ya por favor. Bastante estúpida me siento ya, no lo empeores. Sí, de verdad me preocupé por ti y por un momento pensé que eras sincero. Pero obviamente tu necesidad de ser superior a los demás apareció a la primera de cambio —esta vez si conseguí soltarme—. Lo siento, pero no puedo creerte Billy. Y de verdad me duele porque empezaba a sentir algo por ti. Pero sé que me volverás a hacer daño —una lágrima cayó por mi mejilla y él la secó con una caricia—. Ya tienes tu trofeo, ves a por el siguiente. Has ganado —me aparté y retomé mi camino hacia el coche.
— No he ganado nada...—escuché como lo dijo en voz alta para que le prestara atención, pero le ignoré y seguí mi camino—. De verdad Isabella, quiero ser mejor por ti, no mentía —me había seguido y había vuelto a detener mi paso.
— Billy, las palabras se las lleva el viento. Me gustaría creerte, pero los hechos son los hechos —suspiré y le miré seriamente—. Mira, no te voy a odiar por esto, no soy así. Pero lo único que puedo ofrecerte por ahora es que seamos simples conocidos —le acaricié el brazo y él me dio la mano—. Si en algún momento veo que de verdad estás intentado cambiar tal vez podamos ser amigos.
— Isabella por favor, no te vayas. Quédate y habla conmigo las cosas —sus ojos empezaban a cristalizarse. Sentí un leve pinchazo en el corazón, pero estaba demasiado dolida. En ese momento no podía creerle—. Por favor... —me besó en la mejilla.
Ese beso fue el más dulce que me había dado nunca, no era ni pasional ni rudo ni nada por el estilo, simplemente parecía un beso casi de arrepentimiento. Sentí como un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, mi corazón quería ablandarse pero mi parte más racional me lo impidió.
Ya has caído una vez, suficiente.
— Lo siento —retrocedí—. Nos veremos por aquí. De verdad espero que te vaya todo bien y que algún día podamos conocernos de verdad. Sin fachadas ni mentiras de por medio —me apretó fuerte la mano pero se la solté le di la espalda y seguí sobre mis pasos mientras me caían las lágrimas por la cara.
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Object of my desire | Billy Hargrove (TERMINADA)
FanfictionDespués de estar dos años fuera por motivos de trabajo de sus padres, Isabella volvió a Hawkins y recuperó su amistad con los antiguos compañeros de instituto. También había caras nuevas, como la de Billy Hargrove. Nunca había conocido a nadie al qu...