Object of my desire | Billy Hargrove (TERMINADA)

002 - Halloween Parte 1

El rubio, ese tal Billy, esperó a que una niña pelirroja saliera de clase y se metiera en su coche. Imaginé que se trataría de la hermanastra que había comentado Jonathan. Si tuviera que apostar, juraría que tenía la misma edad que Mike y Will.

Billy le abrió la puerta del copiloto para que subiera. Una vez la pelirroja ya estaba dentro del auto, él fue hacia el asiento del conductor pero antes de meterse en el interior del coche volvió a dedicarme otra mirada guiñándome el ojo.

—Uhggg por favor, no sé que se cree —Nancy se había dado cuenta de las miradas que me había lanzado—. No te lo tomes como algo personal, Isabella. Eres "nueva" en el instituto y siempre quiere ser el centro de atención con toda aquella chica que todavía no ha conocido.

- Además de que tiene pinta de que quiere tirarse a todo lo que se mueve -añadí.

- Sí, eso también, es asqueroso -resopló Steve.

- En fin... -suspiré al regresar a la tierra y recordar que esos tres me escondían algo-. Me voy a casa, ahora sí. Nos vemos chicos, cuándo queráis contarme lo que pasa ya sabéis dónde encontrarme.

- Bella, por favor -Steve me agarró de la muñeca- No te enfades con nosotros. Ahora mismo no te lo podemos contar. De verdad que no nos creerías, solo danos un poco de tiempo -me miró suplicante.

- Está bien -relajé mi brazo-. Pero ahora voy a volver a casa, tengo que seguir desempaquetando las cosas de la mudanza -era una excusa para irme de allí.

Aunque si era cierto que aún me quedaban algunas cosas por hacer pero mi idea era terminar mañana. Seguro que mañana se me habría pasado el enfado, pero ahora prefería irme para no decir una palabra más alta que la otra o decir algo de lo que pudiera arrepentirme. No quería pelearme con ellos el primer día de mi vuelta a Hawkins.

- De acuerdo... -Steve me soltó.

- ¡Por cierto Bella! -Nancy se acercó a mí- Mañana hay una fiesta de Halloween, si quieres venir... Tal vez sea una buena manera de, no sé, empezar de cero y volver a ser los que éramos.

- Oh, bueno, me lo pensaré. Nos vemos chicos -esbocé una sonrisa fingida.

Ahora sí, finalmente pude acercarme a mi coche e ir hasta mi casa. De camino fui dándole vueltas a la cabeza. Tal vez con tanta insistencia de los tres es verdad que ha pasado algo grave y no me lo podían contar. No debería haber sido tan dura pero es que me imaginaba la sorpresa de mi llegada algo... Diferente. En fin, era mejor que no le diera más vueltas por ahora.

Llegué a mi casa y no había nadie, así que supuse que mis padres habrían ido también a saludar a sus viejos amigos; como por ejemplo a los padres de Nancy o a Joyce, la madre de Jonathan y Will. Subí a mi habitación para terminar de sacar todo lo que quedaba en las cajas de mudanza y en las maletas metiendo toda la ropa ordenadamente en el armario.

Ya de paso aproveché para rebuscar entre toda mi ropa algo que me pudiera servir para la fiesta de Halloween. Acababa de llegar y tampoco quería quedarme encerrada en casa el primer fin de semana que estaba allí, por muy molesta que estuviera.

Finalmente encontré unos pantalones de cuero ceñidos y una camiseta negra también ceñida. ¡Decidido! Iría disfrazada de Sandy al final de la película Grease, solo que en versión morena, no se puede tener todo cuando es un disfraz improvisado de última hora. Ahora solo me quedaba pedirle prestados unos tacones rojos a mi madre y estaría listo.

Al fin escuché a mis padres llegar y bajé corriendo a recibirlos; me moría de hambre.

- Hola Isabella, traemos un poco de pizza para cenar. -sonrió mi padre dejando dos cajas de pizza encima de la mesa de la cocina.