045 - Noches de verano

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Narrador omnisciente:

3 Junio 1985

Al fin habían llegado las tan ansiadas vacaciones de verano. Billy e Isabella seguían yendo y viniendo de una casa a otra. Su relación iba mejor que nunca ya que ahora tenían más horas para estar juntos y conocerse todavía a más profundidad. 

Aún no tenían noticias sobre si habían conseguido los puestos de trabajo que habían solicitado cada uno respectivamente, pero tenían la esperanza que ahora que la mayoría de gente estaba de vacaciones, les comunicaran algo más pronto que tarde.

Neil y Susan se fueron una semana de vacaciones aprovechando que Neil tenía vacaciones en su trabajo, así que Billy e Isabella se quedarían a cargo de Max durante esos días. Aunque la veían más bien poco, ya que se pasaba las horas con Dustin y los demás. Por lo cual, Isabella y Billy tenían la mayoría del tiempo la casa para ellos solos y no desaprovecharon ni un segundo para intimar todo lo que pudieron.



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Era un sábado por la mañana sobre las 11:00AM. Billy e Isabella habían quedado por la noche en ir casa de Eddie con Emma, Gareth y Jeff para tomar unas cervezas, así que decidieron tomarse la mañana con calma. 

Estaban en el salón mirando una película e intentando no pasar calor. Billy estaba sentado y llevaba puestos solo los pantalones; mientras que Isabella estaba tumbada con la cabeza recostada sobre las piernas de Billy y una camiseta de manga corta de su novio para cubrir su cuerpo. 

Billy estaba masajeando y acariciando la cabeza de su novia, mientras que ella hacía dibujos con su dedo índice sobre las rodillas del californiano. No necesitaban nada más, con eso eran las personas más felices del mundo. De repente, el teléfono sonó, pero el rubio no parecía que fuera a levantarse.

— ¿No vas a atender la llamada? —preguntó Isabella mientras se incorporaba para quedarse sentada.

— Seguro que es alguien que quiere vendernos algo —puso los ojos en blanco—. Prefiero seguir acariciándote —susurró mientras le robaba un beso de sus labios.

— ¿Y si es algo importante? —insistió Isabella cruzando los brazos sobre su pecho.

— No vas a parar hasta que atienta la llamada, ¿verdad? —Billy la miró con resignación y ella negó con la cabeza—. Bffffff, ya voy —resopló levantándose del sofá para ir a atender la llamada.

El teléfono estaba en la cocina y, aunque Isabella estaba pendiente de Billy, no llegó a escuchar nada de la conversación. Cuando Billy colgó, dirigió su mirada hacia Isabella y fue corriendo hacia ella para atraparla por la cintura y levantarla en el aire con una sonrisa de oreja a oreja.

— ¿Qué ocurre? ¿Te han vendido algo que te ha gustado mucho?—rio ella bromeando mientras con sus brazos rodeaba el cuello del californiano.

— Estás ante uno de los nuevos socorristas de la piscina comunitaria de Hawkins —le guiñó el ojo.

— ¡Eso es genial! —Isabella apretó con cariños sus labios a los de él— ¿Ves como tenías que coger la llamada? —le dio un pequeño golpecito en la nariz.

— A veces está bien que seas como una china en el zapato. —Billy mientras dejaba a Isabella de nuevo en el suelo.

— Eres bobo —frunció el ceño—. Pero pasaré por alto tu cometario porqué me alegro muchísimo por ti. Parece que al final si podremos empezar a ahorrar para iros juntos a California —sonrió mientras le apartaba un mechón que le caía por la frente.

Object of my desire | Billy Hargrove (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora