Me había quedado totalmente dormida y, al ser sábado, no me puse el despertador. Cuando miré el reloj vi que ya eran las 11:30 de la mañana. Como tampoco estaban mis padres en casa no me preocupé demasiado y me levanté con calma.
Me metí en la ducha sobre las 12:15 PM y pensé en todo lo que me había dicho Steve la tarde anterior. Sabiendo lo mal que le caía Billy, no tendría porque haberme dicho que conmigo es cierto que se comportaba distinto. Aunque siguiera siendo un matón con los demás.
Esa era la parte que más odiaba de Billy, que se comportara como un energúmeno con todo el mundo. A pesar de que conmigo en ocasiones intentase comportarse como un ser humano, no podía soportar su animadversión hacia los demás; sobre todo hacia los que no le seguían la corriente.
Y la el colmo de todo se lo llevaba la rabia irracional que tenía hacia Steve. Eso si que no lo iba a tolerar. Es que, lo mirase por dónde lo mirase, lo nuestro era imposible que fuera a ningún lado. Teníamos personalidades demasiado opuestas como para que una relación entre nosotros pudiera funcionar.
Entonces porqué lo tienes en tus pensamientos las 24 horas del día. Por mucho que lo intentes, hay algo en él y dentro de ti que te impide odiarle del todo.
Salí de la ducha y me dirigí a mi habitación para cambiarme. No tenía ganas de hacer nada. Entre el instituto, todo el rollo de la universidad y Billy; lo único que quería era sentarme en el sofá y comer helado. Para eso lo mejor era ponerse un chándal. Busqué y me puse el primero que encontré en mi armario. Fui a la cocina a buscar helado y me senté en el sofá a ver qué pasaban en la televisión.
Encontré una película de estas típicas románticas donde hay amor, desamor y malentendidos entre el chico y la chica protagonistas.
Vaya parece que saben cuál es mi situación sentimental actual los que preparan la programación.
Total, dejé esa película ya que creí que era perfecta para acompañar el helado. No era una comida muy sana que digamos, pero no tenía ganas de preparar nada. Al final la película fue tan aburrida que me quedé dormida.
Sin darme cuenta, me desperté de un salto del sueño tan lúcido que estaba teniendo. Mi mente estaba jugando conmigo demasiado y de mala manera. Soñaba con Billy, más específicamente con la noche que pasamos juntos. Mientras dormía mi mente recordó cada roce de nuestra piel desnuda, cada beso que él depositó en todas las partes de mi cuerpo, nuestras manos entrelazándose y como gemíamos de puro placer sin que nada más importase.
Estaba claro que mirar esa clase de película finalmente no había sido la mejor idea de todas. Más bien todo lo contrario, era lo peor que podría haber hecho. Así que pensé que lo mejor sería ir a dar una vuelta para despejarme e intentar dejar de pensar. Pero para ello tenía que ir a cambiarme de ropa, seguía con el chándal y encima me lo había manchado de helado, menudo cuadro estaba hecha...
Cuando estaba frente a las escaleras dispuesta a subir al piso de arriba sonó el teléfono así que retrocedí sobre mis pasos para atender la llamada.
— ¿Hola?
— Hola Isabella —Nancy estaba al otro lado del teléfono— ¿Cómo estás? Perdón por haber estado ausente estos días, ya te contaré. ¿Haces algo esta noche?
— Ah, hola Nancy. Estoy bien gracias —mentí—. No te preocupes ya me lo contarás cuando puedas —me olía que tenía algo que ver con lo del laboratorio y toda esa historia del Upside down—. Pues la verdad que tenia nada planeado para este fin de semana, ¿porqué?
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Object of my desire | Billy Hargrove (TERMINADA)
FanfictionDespués de estar dos años fuera por motivos de trabajo de sus padres, Isabella volvió a Hawkins y recuperó su amistad con los antiguos compañeros de instituto. También había caras nuevas, como la de Billy Hargrove. Nunca había conocido a nadie al qu...