( ⁙ )
Luces amarillentas son lo único que iluminan el oscuro lugar. Sin duda era un hotel carente de vida, pues no podía sentir ni un alma cerca, lo que hacía que cada pequeño paso que diese me causara miedo. Además, aquel sitio ya era muy terrorífico por sí solo: sus muebles y paredes negras que lucían bastante antiguas no ayudaban a su misteriosa atmósfera para nada. Podía apostar que el piso alguna vez fue blanco, ya que aún se mantenían áreas en su color original, pero la mayoría eran de un tono casi tan amarillento cómo el de las luces, demostraba lo desgastado y viejo que estaba.
Mi completa atención se dirigió al techo cuando noté que este tenía unas manchas en él, las cuales, me quedé analizando por unos segundos. Luego de no poder identificar la sustancia que ahí residía, giré mi cabeza hacia la derecha, dándome cuenta de que un hombre vestido elegantemente de negro me miraba fijamente desde la parte de atrás de un mostrador. Después, con su dedo índice, hizo una señal indicando que debía de acercarme.
Dudé al inició, por lo que giré todo mi cuerpo comprobando si detrás había alguien más, confirmando efectivamente qué, éramos los únicos dos en esa sala. Me acerqué lentamente a su dirección mientras este sacaba una gran tableta y la colocaba sobre el mostrador con su mano izquierda, dejando ver el guante negro que tenía en la misma; con la mano opuesta, comenzó a juguetear con el borde del dicho guante una vez completó su accionar.
Me detengo justo frente a él y es entonces cuando comienza a mirarme de arriba a abajo mientras frunce el ceño, cosa que no me dejó notar la diferencia: ¿intentaba reconocerme o estaba juzgándome?
Tratando de distraer mi mente del incómodo momento, me fijo en la pared que le queda detrás. Noti un calendario con marcas rojas en la mayoría de sus casillas, deteniéndose justo en la que indicaba el día 10 de marzo; eso me dejó saber cuál era la fecha exacta de esa noche: 10 de marzo.
Dirigí mi vista a su cara casi automáticamente, fijándome en los grandes lentes que adornaban su rostro y su peinado que lucía bastante sofisticado. A pesar de eso y por alguna razón, él también me transmitía cierta aura terrorífica, así como el hotel.
Cuando por fin terminó de revisar mi cuerpo con la mirada varias veces, tomó la tableta en sus manos y miró directo a mis ojos.
—¿Nombre?— preguntó arqueando una ceja. Me quedé callado unos segundos: claramente no tenía una reservación en ese lugar, no que yo lo recordara.
—Felix— respondí por lo bajo luego de un tiempo.
El hombre frente a mi levanta ambas de sus cejas, pero manteniendo seria el resto de su cara; a decir verdad, no parecía una expresión de sorpresa. Una sensación de cosquilleo recorre todo mi cuerpo cuando él suelta una sonrisa torcida, solo para después comenzar a negar con su cabeza lenta y suavemente.
—Puedes pasar, "Felix"— dijo aún sonriente y dirigiendo su mirada hacia el pasillo que se encontraba a su derecha, acentuando de manera extraña mi nombre al final. Mis piernas caminaron temblorosamente en la dirección que señaló y, de nuevo, no sabía muy bien por qué lo hacía: mi mente rogaba para que me diera la vuelta y me fuera.
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Do you wanna be ODDINARY? - Hyunlix
FanfictionExperimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza. Lee Feli...