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Mientras Hyunjin permanecía inconsciente en la cama, la luz tenue del cuarto arrojaba sombras suaves sobre su rostro. Felix, aún dormido en el sofá sobre el hombro de Jisung, yacía en calma, de mientras su cara recuperaba el tono habitual.

Casi una hora había pasado, tiempo en el que Han se dedicó a analizar la situación. Plasmó los ojos en Hwang, frunciendo el ceño después de hacerlo.

—¿Por qué no despiertas?— soltó al aire— Vas a hacer que empiece a preocuparme.

Después de pensarlo y con un suspiro pesado, decidió que lo mejor sería ir a buscar a Jeongin; necesitaba que alguien le dijera que todo estaba en orden. La idea de que Hyunjin no pudiera despertar, de que podría haber algo más que él no veía, empezaba a consumirlo. Jisung sabía que no era el más capacitado en términos médicos, pero eso no detenía el impulso de hacer algo, lo que fuera, para mejorar la situación.

Suavemente, deslizó la cabeza del rubio de su hombro y lo recostó con cuidado en el sofá. Sin embargo, este despertó al sentir el movimiento.

—Lo siento— susurró el pelinegro—. Buscaré a Jeongin, vuelvo pronto.

Felix asintió, apenas consciente, viéndolo salir de la habitación. La puerta se cerró, dejándolo a solas con el sonido constante del monitor cardíaco de Hyunjin y el leve murmullo del oxígeno.

El silencio era denso, casi tangible. Felix se quedó inmóvil, sus ojos fijos en la figura inerte del pelirrojo, sintiendo una mezcla de emociones que amenazaba con desbordarse. Se levantó del sofá lentamente con el cuerpo aún medio adormilado y caminó hacia la cama, arrodillándose frente a ella.

El rostro de Hwang estaba pálido, más de lo que él recordaba, y eso lo llenó de una inquietud creciente. Dejó que su mano se deslizara hasta encontrar la del mayor, aún cálida, pero sin la fuerza que solía tener.

—Quien diría que te podrías ver así de frágil— murmuró por lo bajo, tragando con dificultad. Se le vinieron a la mente aquellos momentos en los que su simple presencia le intimidaba, pero ahora solo le daban risa—. Despierta de una puta vez, tú cara se ve extraña estando así de tranquila.

Acarició la mano ajena con su pulgar, buscando algún signo de reacción, pero todo lo que recibió fue el mismo silencio implacable.

Felix cerró los ojos por un momento, dejando que la desesperación se colara por las grietas de su fachada. Se inclinó un poco más, apoyando su cabeza en la cama, junto a la mano de Hyunjin, como si eso pudiera cerrar la distancia que ahora sentía entre ellos. La cercanía, el simple contacto, le brindó una paz momentánea y un respiro en medio de la tormenta interna.

Y es cuando nuevamente comienza a caer por el cansancio que el pasado lo reclama de nuevo.

Se vio otra vez en esa jaula, los barrotes fríos y opresivos rodeándolo. Hyunjin estaba a su lado, el mismo castaño que siempre trataba de mostrar una fachada dura, aunque realmente estuviera aterrado. El lugar olía a desesperación y químicos, una mezcla que Lee había aprendido a soportar, aunque nunca a ignorar.

Do you wanna be ODDINARY? - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora