( ⁜ )
La escalera con dirección al tercer piso, ya para ese punto, a Jeongin se le hacía interminable.
El ático—ubicado en el piso ya dicho—era su lugar favorito, o al menos era donde se la pasaba la mayoría del tiempo. Sin embargo, ahora mismo le estaba costando el solo poner un pie en el siguiente escalón.
Su cuerpo siempre comenzaba a fallar con la actividad física, pero, últimamente, su pecho sucumbía ante al dolor con solo un poco de sobreesfuerzo; caminar desde el hotel hasta la universidad y viceversa, tampoco había sido buena idea.
Al por fin estar frente a la puerta del ático, se sostuvo de la pared izquierda y tomó una gran bocanada de aire, tratando así de recuperar el aliento. Después, abrazó con su palma el picaporte, girándolo luego de hacerlo.
Lo que no tenía previsto en ver dentro, era a la figura de Hyunjin. El pelirrojo se encontraba cruzado de brazos y mirándolo fijamente, con una detallada sonrisa débilmente marcada en sus labios.
—¿Qué haces aquí?— le soltó el pelinegro con un tono de firmeza.
—Es el ático, Jeongin. ¿Acaso tengo prohibido venir?— respondió, con una actitud totalmente diferente a la del contrario: burlona y divertida.
—No te hagas el idiota; ninguno de ustedes sube hasta este piso nunca— le juzgó, entrecerrando los ojos—. Algo debes querer.
Hyunjin descruzó sus brazos, metiéndolos ahora en sus bolsillos. Su semblante cambió rápidamente, justo antes de hablar.
—¿Qué mierda piensas que estás haciendo?— su mirada buscaba penetrar a la de Jeongin, mirándolo con tal frialdad que parecía querer congelarlo. Sin embargo, en lugar de intimidarse, el menor simplemente arrugó el ceño con disgusto.
—¿Tú de qué mierda hablas?— preguntó junto a un levantamiento de ceja.
El pelirrojo rio en seco ante la indiferencia del contrario, comenzando a dar pequeños pasos hacia él.
—Me di cuenta que se te acabó la digoxina el otro día— dijo sin más, por fin logrando captar la atención del contrario—, hoy volví a bajar al sótano y vi que aún no has vuelto a comprar más. ¿Por qué?
—No he tenido tiempo, puedo conseguirla después de esta noche— se encogió de hombros. En cambio Hyunjin, sin creerle ni un poco, volvió a reír.
—Eres jodidamente terco, nunca tomas el reposo que deberías. ¿Y me dices que has soportado casi toda una semana sin medicina?— se le acercó otra vez, un poco más amenazante. Pero, al momento de plantársele en frente, ablandó la mirada— El dolor en estos días ha incrementado, ¿no es cierto?
El menor leyó con facilidad las intenciones contrarias, más las tenía claramente escritas en la cara. Y, a pesar de saber que eran buenas, optó por hacerse el duro.
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Do you wanna be ODDINARY? - Hyunlix
Fiksi PenggemarExperimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza. Lee Feli...