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No estaba consciente de cuánto tiempo llevaban en ese auto, lo que sí sabía es que se habían estacionado a un lado de la calle, y que antes de que pudiera darse cuenta, Hyunjin y Jisung—el cual era el que conducía—habían ya salido del mismo.

Se movían rápido, con agilidad, confiados y seguros, mientras que Felix ni siquiera tenía idea de qué demonios era aquel establecimiento que tenían al frente.

—¿Te quedarás ahí toda la noche?— dijo el pelirrojo después de tocarle el cristal con los nudillos. El rubio bufó y abrió la puerta con cierta rapidez, golpeando de llano la cara de Hyunjin—¡Hijo de puta!— gritó en alto, llevando una de sus manos hacía su nariz y cerrando sus ojos con fuerza. Detrás de él, Jisung se controlaba para no reírse.

—Ups, no te vi— fingió Felix disculparse, cubriendo su boca con ambas de sus palmas.

—Tienes suerte de que matarte no me conviene. Camina— lo empujó hacia adelante, empezando a caminar los tres.

Se acercaban a lo que parecía ser un bar; su letrero y estructura buscaban hacer creer que era un lugar clásico y tranquilo, pero al entrar descubrirías que es un ambiente completamente diferente: luces de colores neón parpadiantes por doquier, música tan alta como para no dejar oir las voces sin tener que gritar y, lo más notorio, peste a alcohol. Lo último era insoportable y agobiante, al menos para Felix.

—Hoy está más lleno que de costumbre, ¿no?— preguntó Hyunjin a Jisung, el cual asintió con la cabeza.

—Seguramente trajeron nuevos productos— hizo comillas con sus dedos al pronunciar la última palabra. Felix entendió rápidamente de que hablaba: droga. Pudo confírmalo al notar todo el polvo blanco esparcido en las mesas y el humo mezclándose con el aire. El espacio se le hacía pesado, quería salir de ahí.

Él odia el olor a cigarrillos desde siempre, siente como si le trajera malos recuerdos. Extraño, porque ninguna persona que conozca fuma realmente.

—¿Por qué estamos aquí?— se atrevió a preguntar.

—Negocios— dijo sin más Hyunjin.

—¿Y...?— para el pecoso no fue respuesta suficiente. El alto a su lado suspiró hondo y continuó hablando.

—Las armas han subido de precio y ya no sale rentable comprarlas en donde lo hacíamos anteriormente. Trataremos de hacer un trato con la mafia Estadounidense, y hoy veremos qué quieren a cambio de lo que les pedimos— lo miró directo— ¿Contento?— el mejor le sonrió como respuesta.

—Me voy a adelantar, preguntaré cuando podremos ir con Elijah— avisó Jisung, perdiendose entre la multitud.

—¿Y ese es?— preguntó de nuevo Felix, refiriéndose al que Jisung mencionó.

—El jefe de la mafia Estadounidense, con el que vamos hablar ahora. Así que no te detengas, sigue— volvió a empujarlo hacia al frente.

Continuaron caminando unos cuantos centímetros más, evitando a toda costa chocar con la gente bailando en la pista. Se acercaron a la amplia barra y uno de los bartenders los saludó con un movimiento de cabeza, además de una sonrisa. Hyunjin le devolvió la acción.

Do you wanna be ODDINARY? - HyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora