Experimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza.
Lee Feli...
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El sol se encontraba ya en el punto más alto, dejando a su luz cegante caer por el cristalino ventanal de Minho. El mismo, luego de dormir varias horas, se encontraba de piernas cruzadas encima de su cama, con su cabello morado desarreglado y mordiendo de sus uñas; ya no podía pegar el ojo, por lo que se puso en pie y salió de la habitación.
Justo como hizo en la mañana anterior caminó hasta la cocina, pero esta vez pasándola de largo y dejado que sus pies andaran solos. Así fue que llegó hasta el lobby, en donde se detuvo a mirar la puerta de entrada; "¿Jisung habrá llegado?", fue lo primero que le pasó por la cabeza. Sin embargo, sus pensamientos fueron rápidamente interrumpidos por la voz de Chan, que se encontraba, como siempre, detrás del mostrador.
—¿Vas a salir?— preguntó el mayor, dejándo la tableta que sostenía a un lado.
Como respuesta Minho solo negó, dando cortos pasos hacia él para acercarsele; a medida que lo hizo, pudo ver con más claridad lo que había en la pantalla de la tableta: parecían ser las grabaciones de alguna cámara de seguridad.
—¿A quién espías ahora?— le soltó el pelimorado con cierta gracia.
—Es el Paradise Casino Busan— volvió a tomar la tableta en manos, haciendo zoom en una persona en específico—. ¿Lo reconoces?
—Como no reconocer ese maldito pelo rosado— dijo entre dientes, pues notó que se trataba de nadie más que Yeonjun—. ¿Para qué lo espías a él de todas formas?
—¿Hyunjin no te lo ha dicho?
—¿Decirme qué?
—Minho, ¿en dónde estuviste metido?— rió.
—Dormido y preocupado por mi novio, Chris. En eso estaba metido— le juzgó con la mirada, entrecerrando los ojos—. Ahora, ¿qué mierda planea Hyunjin? Parece decirle a todos menos a mí.
—No creo que vaya a gustarte...— tomó aire, solo para después soltarlo— Hyunjin planea matar a Yeonjun el siguiente viernes.
—¿Que él qué?— alzó con exageración sus cejas, a la par de que abrió de la misma forma sus ojos— ¿No tiene suficiente con que ya todo TXT lo odie? Será lo mismo que con Soobin, ¿qué cree que pasará cuando asesine a su jefe de nuevo? O peor, ¿y si no lográ hacerlo? Solo estará dándole más razones a Yeonjun para querer separarle la cabeza del cuello, y-
—Yo no me meteré en eso, tú habla con Hyunjin— el mayor alzó ambas de sus manos, mostrando que solo quería paz.
—Oh creéme, voy a hacer más que hablar con él. Voy a patearle la entrepierna hasta que vuelva a pensar con coheren- —empezó a hablar, pero toques en la puerta principal lo interrumpieron.
Tanto su atención como la de Chan se dirigeron ahí y, hasta casi inconscientemente, se acercaron a pasos cautelosos. Cuando el mayor de ambos estuvo a punto de abrir la puerta, Minho lo detuvo con un gesto de mano.
