Otra vez se había arrinconado en aquella penumbrosa jaula, la cual, lo sometía ante una especie de oscuridad inexistente: a pesar de tener unas cuantas luces amarillentas, todo estaba tan opaco como la nada misma. Miraba sus manos, a las manchas rojizas en ellas; a sus uñas, llenas de sangre por secar. Todo su cuerpo estaba sometido bajo un ligero dolor, el cuál era soportable, pero incómodo.
La verdad era que la situación lo estaba cansando, y el recordar el por qué de la misma, que sus pensamientos no sean más que sobre eso, le empezaba a sentar mal.
Sus ojos se enrojecieron, empezó a temblar, un apretón dentro de su pecho lo hizo sentir presión y el respirar se le hacía difícil. Sin embargo, no permitió a las lágrimas caer ni a su ser desmoronarse: el chirrido de la puerta abriéndose, lo puso a la defensiva.
Con suma prisa se puso sobre sus pies, aunque tuvo que sostenerse de las rejas para hacerlo.
—Fue suficiente por hoy... por favor— su voz estaba tan apagada, que parecía estar susurrando—. No quiero volver a herirlo... No quiero volver a hacerle daño.
Esperando por la respuesta de aquel que se adentraba, agudizó la vista, tratando de ver tras la oscuridad. Inmediatamente hizo eso, toda la tensión de su cuerpo se vió disuelta; imposible no reconocer ese cabello azabache.
—Soy yo. Tranquilo, Hyunjin— el pelinegro se acercó a pasos cortos, también sosteniéndose de la jaula.
El castaño no se dió cuenta en un inicio, pero por donde el menor pasaba, gotas de sangre quedaban en el piso.
—Yongbok... Oh Dios...— se apresuró en correr hacia él, atrapandolo en sus brazos—. Lo siento, perdoname. No debí hacerles caso, debí haber dicho que no. Es mi-
—No, no. No te atrevas a decirlo— interrumpió con voz calmada, anteponiendose a la acelerada del contrario—. No es tu culpa y lo sabes, si te hubieses negado te habrían hecho daño a ti.
Hyunjin asintió lento con la cabeza, entendiendo como pudo la situación. Luego, tomó delicadamente uno de los brazos del pelinegro, que estaban llenos de pequeños cortes sangrantes.
—¿Qué pasó con la regeneración?— puntualizó— ¿Por qué las heridas no cierran aún? ¿Algo anda mal?
—Respira.... todo está bien— con sus dedos le acomodó un mechón de cabello por detrás de la oreja, a lo que el castaño se tranquilizó; su tacto siempre lograba calmarlo—. De eso trataba el experimento que Hajoon quería realizar hoy— Hwang frunció el ceño.
—No entiendo.
—Sabes que los experimentos para la regeneración se realizaron sin tiempo; no pudieron hacer las suficientes teorías y pruebas, por lo que Hajoon optó por comprovar todo sobre la marcha—comenzó a explicar—. Hoy querían ver que tanto podían aguantar los afectos antes de dañar al cuerpo y si, después de un tiempo, las consecuencias sanaban o se volvían permanentes.
—¿Por eso me hizo herirte durante horas?— solo de mencionarlo, a Hyunjin se le revolvió el estómago otra vez; solo se sintió peor cuando Lee afirmó su pregunta—. Ese maldito...
Yongbok puso mala cara y se dejó caer lentamente al piso, recostando la espalda de los barrotes. Poco después, el castaño decidió acompañarlo y colocar una de sus manos sobre su cabello azabache, comenzado a juguetear con los mechones.
—¿Para qué te arriesgaste a venir? Quien sabrá lo que te harán si te descubren aquí conmigo— dijo Hwang luego de pensar un rato en ello.
—La semana pasada cuando estaba con Hajoon, vi un calendario colgado en su pared. ¿A que no sabes que día es hoy?— habló con abundante emoción.
El mayor negó con la cabeza, intrigado. Después, vió como de su pantalón Lee sacaba una pequeña vela, seguida de un pequeño mechero.
—Es 20 de marzo— plasmó una enorme sonrisa en su rostro, contagiando inmediatamente al castaño. Encendió la vela, y luego dijo:—. Feliz cumpleaños, Hyunjin.
El castaño lo miró con ojos contentos: no recordaba la última vez que había sentido una felicidad tan pura.
Cerró los ojos, no le costó pensar en un deseo; lo pidió, sopló la vela, y luego se volvió para ver a Yongbok, a perderse una vez más en esos ojos marrones. No sabía que decirle, en como agradecercelo, por lo que simplemente lo abrazó, y permaneció así junto a él por el resto de la noche.
Ahora, más que en ningún otro momento, estaba seguro de lo que quería: cumplir aquel dichoso deseo.
"Quiero que estemos juntos para siempre, que importa si es dentro o fuera de este lugar"
Porque, para Hyunjin, tener a Yongbok es suficiente.
Nota:
En realidad mi cumpleaños es el 20 de noviembre, pero no me dió tiempo de terminarlo JKSNDJASKD.Me sentí medio mierda en mi cumple porque la situación estaba medio mierda también, así que me puse a imaginar una situación de mierda pero con un sentimiento no tan de mierda, ¿se entiende? Bueno nada, el punto es que el resultado es este.
Los quiero mucho, espero que tengan o que hayan tenido un lindo cumpleaños, que sea tan especial como el resto de sus días. Besos :)
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Do you wanna be ODDINARY? - Hyunlix
FanfictionExperimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza. Lee Feli...