Experimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza.
Lee Feli...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
( ⁜ )
Era ya de mañana. El sol se colaba por el gran ventanal de la habitación y se sentía un ambiente cálido, un perfecto momento para quedarse dormido un par de horas más. Pero, al igual que en todas las mañanas que podía recordar, los golpes y gritos de su hermana se oyeron del otro lado, despertándole.
—¡Felix, vas a llegar tarde a la escuela! ¡Mamá dice que si volvemos a atrasarnos por tu culpa, va a dejarte aquí!— gritó mientras daba fuertes toques en su puerta.
—¡Cállate, Olivia!— también gritó, acostado en cama mientras que con una almohada tapaba su cara— ¡Mejor ve a arreglarte, seguro que tú novio te lo va a agradecer!
—¡Cierra la boca, pollo!— respondió, y luego se escucharon pasos furiosos alejándose.
Los hermanos Lee no tenían la mejor relación, pues se insultaban o peleaban la mayor parte del tiempo; para ellos era ya más que una costumbre. Sin embargo—y obviando el odio interno que se tenían mutuamente—, en realidad se amaban el uno al otro, solo que preferirían tirarse de un puente antes que demostrarlo.
Entre quejidos por el sueño que aún tenía, el rubio se levanta de su cama y a pasos lentos se dirige al baño dentro de su habitación, toma una rápida ducha, y se viste con lo primero que encuentra antes de bajar por las escaleras.
Se encamina directamente hacia la cocina, notando el delicioso desayuno que había servido en la mesa, y también a su insoportable hermana que le arruinaba la vista.
—Lindas ojeras— le dice ella en voz baja.
—Lindo maquillaje, payaso— le susurra al pasarle cerca. Ella iba a replicar, pero su madre estaba presente— Buenos días, mamá.
—Buenos días, mi amor ¿Dormiste bien?— preguntó la mujer en una hermosa sonrisa.
—Algo— respondió simple. Y entonces, su atención fue llamada por los noticieros provenientes del televisor.
—Varios hombres muertos son el resultado de un enfrentamiento registrado en Busan— anunciaron como título—. De acuerdo a reportes de las autoridades, los occisos* fueron identificados como parte de la mafia japonesa, la cuál ha estado tomando control de las calles últimamente.
(Occiso*: Que ha muerto violentamente.)
«El citado informe señala que miembros de una organización desconocida tuvieron una disputa contra ellos, ocasionando la matanza de aproximadamente unos 20 hombres, es decir, los occisos de la mafia japonesa. No se sabe con exactitud quiénes son los asesinos, pero se especula que son los responsables de varios anteriores asesinatos en Busan. Se recomienda no salir de casa y/o sin compañía hasta tener más información. Siga en sintonía con nosotros para obtener más detalles sobr-» — el rubiono pudo oír más, pues su madre bajó completamente el volumen.
