Experimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza.
Lee Feli...
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( ⁙ )
—Si... lo recuerdo.
—¿Qué tanto recuerdas?
—Todo, absolutamente todo lo sucedido el 7 de Marzo— llevé mis dedos hasta mi sien, no precisamente por las punzantes y ligeras ráfagas de dolor, sino porque trataba de repasar cada pequeño momento por mi cabeza otra vez—. Tú... tú estabas ahí. ¿Por qué?
—Soobin y yo teníamos algo de qué hablar ese día, asique acordamos reunirnos en ese lugar. Él al parecer llegó un poco antes de la hora acordada, pues para cuando llegué ya los había encontrado a ustedes dos así— dijo tranquilo, pero luego, arrugó el entrecejo—. Después apareció el estupido de Yeonjun; hasta hoy no tengo la menor idea de qué hacía ahí. Ahora me está haciendo la vida imposible— soltó un largo suspiro, dejándose caer sobre la cama—. Estoy seguro de que solo está jodiendo a los estadounidenses para que se desestabilicen y se nieguen a vendernos armas. Ahora me odia, así que es cuestión de tiempo para que el hijo de puta le ponga precio a mi cabeza.
Entonces, ese instante de recuerdo volvió a mi tan deprisa y efímeramente como una estrella fugaz.
"¿Fuiste tú, no es cierto?"
"Si"
—Verdad...— susurré—. Te culpaste por la muerte de Soobin.
—Créeme, fue la decisión correcta: no quieres a ese lunático detrás tuya— quitó importancia con un gesto de mano—. Decidí que era mejor no ponerte en peligro, al fin y al cabo solo sería más trabajo para mi. Es más, deberías estar agradecido, prácticamente salvé el resto de tu existencia.
—¿Ah si?— alcé una ceja, divertido— ¿Y eso de qué te sirvió? Si sigo con vida significa que voy a seguir jodiéndote.
—¿Sabes? Creo que me estoy empezando a arrepentir— volvió a incorporarse, comenzado a mirarme con los ojos entrecerrados—. Debí dejar que Yeonjun te matará ahí mismo.
—Tampoco te hubiese servido, te atormentaría aún siendo un fantasma— después de eso Hyunjin rió, contagiándome inmediatamente.
Si, Hwang Hyunjin era molesto. Entonces, ¿por qué estaba riéndome tan plácidamente con él? ¿por qué me sentía cómodo ahí con él? ¿por qué él? Me odiaba a mi mismo por en ese momento sentirme en paz, aún sabiendo todo lo que pasaba alrededor mío.
De igual forma ese sentimiento no duró mucho, pues ese instante de mínima felicidad no lo hizo tampoco; la expresión de Hyunjin se ensombreció de repente, apagando su sonrisa y remplazandola por una expresión fríamente seria. Al verlo, mi sonrisa también desapareció.
—Siguiendo con lo que te decía— carraspeó—, ahora que ya tienes el contexto, es hora de que sepas parte del plan— arrugué mi entrecejo, sin entender su repentino cambio de actitud.
