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Ni siquiera en las mañanas más hermosas el Hotel Ordinary podía parecer un lugar pacifico, ya que este emanaba un aura tan escalofriante, que ni el más valiente de la ciudad había sido capaz de acercarce a más de un metro de la fachada.
Muchos rumores existían del lugar: que si estaba abandonado y nadie vivía ahí, que si estaba maldito por un antiguo espíritu, o que si simplemente era una antigua construcción que quedó hecha polvo. Pero las más últimas teorías decían algo muy diferente, pues contaban que extrañas y poderosas criaturas habitaban sin afectar a sus alrededores, pero que si llegaban a ser molestadas algún día, se desquitarían con la ciudad entera.
Ciertamente, las teorías no estaban muy alejadas de la realidad, pero había un pequeño detalle que todos pasaron por alto y que daba un giro a la supuesta "verdadera historia", y pues en lo que nadie pensó, fue en que tal vez lo que habitaba ahí no eran criaturas o algo parecido, sino seres humanos, pero que no eran tan normales como las personas creían a simple viste. Había algo que los diferenciaban, ciertas habilidades que se les fueron otorgadas sin su consentimiento hace ya mucho tiempo atrás.
Pasaron incontables días y noches juntos al punto de formar lazos casi imposibles de romper, pues seguían siendo humanos y podían sentir.
Pero todo lo que pasaron a lo largo de los años no era impedimento para generar peleas, las cuales se habían vuelto frecuentes últimamente. Tanto, que les daba miedo decir aunque sea una palabra cuando estaban todos reunidos, temiendo de que todo desembocase en una discusión.
Así era esa mañana, pues solo se oía el bajo estruendo de los tenedores y cucharas chocar contra los alimentos que se encontraban servidos en los platos y bowls. El silencio era tan sofocante que se sentía como si fuera un ruido molesto que todos solo deseaban que pare, pero que sus egos no permitirían; nadie se atrevía a hablar en ese momento.
Entonces, el alto y pelirrojo entró a la cocina con una toalla alrededor del cuello, pues trataba de secar su cabello húmedo con la misma. Nadie prestó atención a su llegada, por lo que este se dirigió al refrigerador a tomar una pequeña botella de agua cristalina, la destapó y bebió un poco, luego volvió a cerrarla mientras daba una pequeña mirada al lugar, pasando por el serio rostro de cada uno de sus compañeros.
—¿Seguiremos así por siempre?— exclamó bastante alto para hacer que todos enviasen sus miradas a él, lográndolo, pero aún sin hacer que hablen— ¿Así será ahora? ¿me ignorarán por el resto de la vida?
—Hyunjin, porfavor, es muy temprano para esto— le respondió Minho, hablando muy tranquilamente.
—Además, sabes lo que hiciste— continuó el segundo más joven de la sala.
—¿Vas a seguir con eso?— dijo el alto mientras se dirigía completamente hacia al último que había hablado— Llevas una semana sin siquiera dirigirme una palabra coherente, Seungmin. Solo me gritas o me ignoras. Por favor, no peleemos por una tontería— pidió tratando de mantener la calma.
—¿Tontería dices? ¿jugar con la vida de alguien es una tontería? No jodas Hyunjin. ¿Qué tienes? ¿cinco años?— exclamó—. Cancela todo esto, no lo hagas.
—Lo necesitamos— habló firme.
—Podemos lograrlo sin él— contrarrestó.
—No, no podemos.
—Ni siquiera tiene memoria, ¿de qué mierda va a servirnos, eh?— volvió a defenderse.
—Jeongin recuperó la memoria luego de unos días, y aunque tarde más tiempo, él puede hacerlo también— sacó en cara—. Además, pensé que querían lograr esto juntos, los ocho. No estaríamos todos sin Felix.
—¡Pero no de esta manera, Hyunjin!— subió la altura de su tono—. Él ya tenía una vida perfecta, pero como no pudiste esperar a que todo esto termine, se la vas a arrebatar. Vas a arruinar su vida justo como hiciste con I.N.
—Su vida "perfecta" era una mentira. Yo voy a encargarme de protegerlo de todo, absolutamente de todo. No dejaré que lo qué pasó con él se repita— dice mientras mira fugazmente al menor pelinegro del que estaban hablando, el cual estaba encogiendose en su propio lugar. Luego, volvió de nuevo su mirada hacia Seungmin— ¡Está mejor conmigo que solo allá afuera!
—¡Eso hasta que te vuelvas loco y hagas lo mismo que con Jeongin!— gritó.
—Basta ya con esto de una vez. No llegaremos a ningún lado— se unió una tercera voz, perteneciente al mayor de los presentes: Chan.
—¡Ya déjalo ir, han pasado años!— siguió Seungmin, ignorando por completo a Bang.
—¡No puedo hacerlo!— continuó también Hyunjin gritando.
—¡Entonces haz lo que quieras, pero no me llames cuando Felix esté en peligro y necesites que alguien vaya a salvarlo!
—¡Si eso pasa, yo iré por él! Yo lo traje aquí, ¿no es cierto? ¡Entonces yo me haré cargo!
—¡Dejarlo a tu cargo es lo que me asusta!
—¡Ya cierren la maldita boca!— espetó el mayor, ya harto de escucharlos— Felix está aquí y no tenemos nada que hacer más que seguir adelante. Lo protegeremos hasta que recupere por completo la memoria, y luego de eso, él decidirá si quiere quedarse ¿de acuerdo?— ofreció, pero Jeongin se paró rápidamente de su asiento mientras murmuraba algo entre dientes.
—Yo no tuve opciones— dijo, saliendo lentamente de la cocina.
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Do you wanna be ODDINARY? - Hyunlix
Fiksi PenggemarExperimentos que buscaban crear alguna mejora en un grupo marginado de infantes, destinados a crecer dentro de jaulas y sufrir mientras aun respiren, terminó por crear desalmados con un único latir en sus corazones y venas: sed de venganza. Lee Feli...