CAPÍTULO V (¿AÚN SIENTES ALGO POR MÍ?)

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Llevo cuatro horas buscando arreglos florales para la boda que será dentro de dos semanas, accidentalmente lo había olvidado, y si Olivia se enteraba iba a matarme. A pesar de que el catering ya incluía un hermoso servicio de decoración, Arely, la novia, se había puesto bastante intensa y fue muy específica cuando dijo que quería que consiguiéramos al menos trescientos arreglos más y que fueran de girasoles y gerberas. El problema es que no encuentro ningún servicio que me dé trescientos arreglos florales en dos semanas, mi cabeza va a estallar y el morderme las uñas delata lo ansiosa que me encuentro justo ahora. Estaba a punto de darme por vencida y decírselo a Olivia, hasta que "Florence Florist" respondió mi mensaje.

Florence Florist:

Hola Buenas tardes, tenemos un espacio libre en nuestra agenda, si tiene el tiempo mañana mismo la recibimos para que pueda ver más de nuestros diseños, nuestro horario es de 8:00 a.m. a 6:30 p.m.

Casi pego un brinco de la emoción, hoy la suerte estaba de mi lado y eso era muy raro en mí. Respondí en un breve mensaje que mañana mismo asistiría. Apague la computadora y acomode un poco el escritorio, ya que estaba algo desordenado. Mientras esperaba mi Uber fui a la oficina de Olivia, la cual está justo frente a la mía.

—Hola — saludo desde la puerta. Olivia estaba en su computadora y llevaba puestos sus lentes de vista cansada.

—Hola cariño — saluda sin dejar de teclear.

—Solo venía a decirte que ya me voy.

—Ah, claro, ¿Viene Jack por ti? — pregunta y por fin voltea a verme.

—Me iré en Uber, pero iré a casa de Jack. — No podía decirle a Olivia que ayer habíamos tenido un accidente y que Jack ya no tenía camioneta, de lo contrario ella me prohibiría volver a subirme en un auto que él conduzca.

—¿Te llevará de regreso a casa?

—Le diré a Noah que me lleve.

—En caso de que no, llámame y yo iré por ti.

—Está bien, te veo en la noche — me despido y salgo de su oficina. Aunque Australia es un lugar bastante seguro, a Olivia le pone ansiosa que tome Uber por las noches.




Pago el monto al conductor y me bajo del auto no sin antes darle las gracias. Camino hasta la entrada de la casa de Jack, su casa siempre me ha parecido muy linda y grande. Toco la puerta, pero nadie abre, tomo la llave que Jack guarda dentro de una maceta "para emergencias", y abro la puerta.

—¡Jack ya llegue! — Anuncie mientras cerraba la puerta.

—Jack no está — una voz me toma por sorpresa y dejo caer la llave. Cuando me giro, Eddie está de pie frente a mí tomando un vaso con jugo de naranja. Siento mi cara arder y sé que no ha sido por el susto, sino por los nervios que me está provocando el tenerlo frente a mí.

—Hola — saludé nerviosa.

—Hola — respondió a mi saludo.

—Jack me dijo que llegara temprano para que lo ayudara con la fiesta — dije y él asintió.

—Fueron a recoger una tabla de surf que Noah compro en internet — informó.

—¿Van a tardar mucho? — pregunté y se encogió de hombros.

—Acaban de irse, pero no sé exactamente hasta donde iban — Le da un sorbo a su jugo y después se va por el pasillo que dirige al patio.

¿Qué se supone que debería hacer?, ¿Lo sigo?, ¿Me quedo aquí en la sala a esperar a que Jack y Noah aparezcan?, Mantenerte alejada de Eddie, esa es la mejor opción.

Por siempre AustraliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora