CAPÍTULO XXVIII (UNA CLIENTA AGRADECIDA)

989 133 126
                                    


Las olas del mar rompen cuando llegan a la orilla, desde la terraza la vista es hermosa, desearía que mi estado actual fuera otro para poder disfrutar del bello paisaje, pero mi corazón está roto y no puedo disfrutar las cosas.
Han pasado cinco días desde que Eddie decidió terminar con todo, desde que me dijo que la boda se llevaría a cabo y que sería en tres semanas, era muy poco tiempo, en tres semanas él estaría casado con otra y yo seguiría aquí.

Desde aquel día las sillas de la terraza me parecían tan acogedoras, pasaba todo el rato aquí, Jack y Noah me han enviado un montón de mensajes, Diane debió decirles lo qué pasó, Diane otra vez ha estado para mí, siempre lo está.

—Hola — una voz masculina interrumpe mis pensamientos, al levantar mi vista veo a Jules. El castaño se postra en la silla junto a mí, ni siquiera he volteado a saludarlo, pues no tengo ganas de hablar con nadie. —¿Estás bien? — preguntó amablemente, pero mi humor justo ahora no era del todo agradable.

Dirigí mi vista al chico quien me miraba con lástima —Jules, si no te molesta, quiero estar sola, no quiero hablar con nadie — dije un poco agobiada por la situación.

—Diane me hablo sobre tu complicada relación con Eddie — dijo el chico. Excelente, ahora alguien más sabía que no tenía dignidad.

—Complicada — repetí la palabra que había dicho. Jules tenía razón, mi relación con Eddie era complicada.

—Bueno, es la única palabra que puedo asociar a todo lo que han pasado — dice encogiéndose de hombros.

Suelto un largo suspiro y después me cruzo de brazos —Sí, es complicado.

—Todos somos complicados — dice. Jules me ofrece una gomita y aunque estaba a punto de decirle que no, termine tomando tres.

—Si, pero Eddie está como cinco niveles por encima de lo complicado.

—O, quizá algo demasiado grande lo llevo a tomar esa decisión — Jules me ha hecho pensar de nuevo en todas las razones por las que Eddie pudo cambiar los planes drásticamente, pero sigo sin encontrarlas.

—Créeme que he recopilado todas las razones por las que Eddie pudo tomar esa decisión, pero ninguna da.

—Quizá no has indagado lo suficiente.

—Siento como si estuvieras tratando de justificarlo — acusé mientras lo miraba con los ojos entrecerrados.

—Solo usó la lógica — dice antes de llevarse una gomita a la boca. —Para ser sincero, pude notar como Eddie te miraba, él está enamorado de ti, eso lo puedo asegurar y sin conocerlo, es imposible que haya decidido casarse de un momento a otro con esa chica — Quizá Jules tenía un poco de razón, pero aun así Eddie no me había dicho nada, solo se había ido.

—Entonces, ¿Crees que Emmyly chantajeó a Eddie? — cuestioné y el chico esbozó una amplia sonrisa.

—Nos estamos entendiendo muy bien — dijo entusiasmado.

—La parte de mí que aún se aferra a Eddie también lo cree — confesé.

—Auden, no te amargues, te aconsejo que hables con Emmyly y le digas todo lo que te has estado guardando, té seguro que eso es muy librante — aseguró.

Por siempre AustraliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora