CAPÍTULO X (NO TE NECESITO)

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Han pasado cuatro días desde la última vez que vi a Eddie. No había llamado, ni tampoco había enviado mensajes, no hizo ni el mínimo intento por buscarme, supongo que todo había terminado. Dure meses tratando de superarlo, es irónico que en cinco días haya removido todo en mi vida, de nuevo.

Eddie el gato está sobre mis piernas disfrutando del relajante masaje que le estoy dando, la televisión de la sala está encendida, pero yo ni siquiera estoy prestando atención a la película que aleatoriamente elegí. De pronto la película llamo mi atención, la protagonista le está reclamando a su interés amoroso que sea directo con ella y que le diga si realmente la ama, es inevitable no relacionarlo con mi situación, ¿Y si yo debía de enfrentarlo? Las cosas habían quedado inconclusas y necesitaba respuestas, él me debía una explicación.

Dejo a eddie el gato sobre el sofá y se queja por la repentina interrupción de su relajante masaje. Tomé mi bolso y me aseguré de llevar mi celular y las llaves. Le dejé un poco de comida al gato naranja y después salí de la casa.

Estaba dispuesta a enfrentarlo, lo irónico es que la escena de una película fue lo que me impulso a estar ahora mismo frente a la puerta de esta casa. Estoy a punto de tocar, pero entonces me detengo y me doy la vuelta para irme, pero después pienso que no merezco esto y regreso de nuevo a la puerta, tomo una gran bocanada de aire y me dispongo a tocar la puerta. Me quedo algunos minutos de pie, pero nadie abre, lo que me parece extraño, ya que tanto el carro de Noah como la camioneta de Eddie están aquí, afortunadamente el auto de Kate no está y estoy agradecida con eso porque de no ser así esto sería probablemente aún más incómodo. Cuando estoy a punto de volver a tocar alguien abre la puerta.

—Hola — saluda un chico mientras se recarga en el marco de la puerta.

—Hola — saludé desconcertada, ya que no sabía quién era.

—Soy Steve — se presenta y me ofrece su mano, pero yo ni siquiera la tomo.

—Estoy buscando a Eddie — dije y se movió invitándome a entrar.

—Siéntate, ya no debe tardar mucho en bajar — dice apuntado al sofá.

Me acomodo en el sofá y jugueteo nerviosa con mis manos, comienzo a arrepentirme de lo que quería hacer.

—¿Eres amiga de Eddie? — pregunta el tipo de perfecto cabello marrón.

—Algo así — respondí sin dejar de mover mi pierna.

—¿Algo así?

—¿Él va a tardar mucho? — comenzaba a desesperarme y entonces unas risas hicieron eco en las escaleras.

—Ya vienen — anuncia Steve —es difícil que esos dos salgan de la habitación, creo que no se cansan — susurra como si me estuviera contando un secreto.

Volteo en dirección a las escaleras y me quedo en shock ante la escena que mis ojos están viendo. Emmyly está bajando las escaleras y Eddie va detrás de ella abrazándola, los dos están riendo, y parece que acaban de despertar, Emmyly lleva una camisa de Eddie que le queda casi como camisón mientras que Eddie solo portaba un ligero pants negro y no llevaba camisa.

—Hasta que salen de la habitación — dice Steve y esto hace que los dos nos miren.

La sonrisa que antes permanecía en la cara de Eddie poco a poco se desvaneció al verme, rápidamente desvíe mi mirada al suelo y eso solo me hizo sentir como una estúpida.

—Hola — saludó Emmyly, pero yo ni siquiera pude contestar a su saludo.

—Eddie tu amiga te estaba esperando — dice Steve.

Por siempre AustraliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora