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-Maldición, ¿Cuánto falta para que lleguemos? -Se quejó el rubio-
-Ten paciencia Marco, lo lograremos.
-No lo sé Izo, tengo un mal presentimiento y eso no me gusta para nada -Dijo serio-
-Los malos presentimientos de Marco siempre aciertan -Dijo el castaño-
-Lo sé... Pero haciendo las cosas de forma apresurada y sin organización no llegaremos a nada, ¿cómo reaccionarán los residentes de el Reino de Goa al ver a tres piratas buscados haciendo desastre?
-Reaccionarían mal, ¿cuánto falta para que lleguemos?
-No mucho, si nos damos prisa llegaremos en la mañana. Pero estoy seguro de que el Tenryuubito también llegará temprano. Así que, hay que apresurar el paso -Dijo el rubio transformándose nuevamente en fénix y tomando la pequeña barca entre sus garras-
-Te diría que tengas cuidado -Habló el azabache- Pero en estás circunstancias, ve lo más rápido que puedas -Sonrió-
-¡De eso estoy hablando! -Dijo emocionado mientras alzaba al vuelo-
-¡Pero no te emociones tanto! Me puedo despeinar.
-No es momento para preocuparte de tu estúpido peinado Tatch.
-Cállate.
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Estaba totalmente agotado, pero aún así corría. Era perseguido por las autoridades, pero él hacía lo posible para avisar a sus hermanos del incendio en la Terminal Gray. Sabo chocó contra un carrito con flores, impactando contra el suelo.
-¡Vaya! ¿Estás bien? -Preguntaron unas damas-
-¡A un lado! -Gritó pasando entre ellas- ¡Debo avisarles! -Dijo para si mismo pero nuevamente cayó, al levantarse chocó contra un noble-
-Oye, eso es peligroso. Deberías de tener mas cuidado.
-Estaba a punto de levantarse cuando alguien lo tomó del brazo- ¡Déjenme ir! -¡Oye, tranquilo!
