-¿Qué piensas sobre esto, Garp?
-¿Sobre qué?
-Vamos, no te hagas.
Ambos caminaban por los pasillos del Cuartel General. Sengoku comía galletas de arroz mientras era seguido por su cabra, llegaron hasta un barandal que daba vista al mar.
El agarre de Garp en el barandal era cada vez más fuerte. De solo recordar las palabras de aquel marine, sentía presión en su pecho.
-Si dañas eso, le diré a Sakazuki que lo descuente de tu sueldo.
El mayor tuvo un sobresalto al ver como sus dedos quedaban marcados en el barandal de metal. Suspiró y se cruzó de brazos viendo el inmenso océano.
-Sabes bien lo que pienso sobre esto, ¿cuál es la necesidad de preguntar?
-Solo quería estar seguro, ¿quieres?
-No tengo hambre, no justo ahora -Respondió cabizbajo- Bueno, solo una... O mejor dame toda la bolsa.
-Pero, ¿le crees a ese tipo?
-Claro que no. Ace esta muerto, lo único que sonó creíble fue que la tripulación de Mai esta activa. Hemos visto miles de marines traumados en guerra, tal vez este no quería aceptar que fue derrotado e intentó poner alguna excusa.
-No lo sé, yo si le creo.
-Viste como fue asesinado, ¿cómo creerías tremenda barbaridad? Estaba a punto de levantarme y romper la cara de ese idiota. Era como si se burlara de su muerte.
-¿Quién sería lo suficientemente suicida como para burlarse de la muerte de Ace frente a ti?
-Idiotas como ese.
Sengoku suspiró, su mejor amigo estaba encerrado en su propia burbuja.
-¿Y si decía la verdad?
-Pues me alegraría, así Luffy y Mai dejarían de sufrir. Y si se diera el mismo caso de hace dos años... Estoy seguro de que esta vez si me interpondría. No cometeré el mismo error dos veces. Pero eso no importa, porque eso es imposible. Ace esta muerto, fin de la conversación.
El de cabello ahora plateado, casi blanco sonrió. Le dio dos suaves palmadas sobre su hombro.
-Eres un buen hombre Garp, ya verás qué hacer. No es mi problema, esos son los beneficios de estar jubilado -Rió mientras se daba la vuelta y se iba seguido de su cabra-
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『 𝐅𝐈𝐑𝐄 』|𝐏𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐬 𝐃. 𝐀𝐜𝐞 ❑
Fanfiction❑ 𝐀𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐜𝐢𝐚, 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚, 𝐥𝐨 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚́𝐛𝐚𝐦𝐨�...