Ya en el velero, Mai seguía pensando en ese joven extraño.
-Mai, reacciona -La peliverde le dio suaves palmadas sobre su cabeza-
-¿Ah? ¡Oh, lo siento!
-Descuida -Sonrió- ¿Qué quieres cenar?
-¿Harás la cena? -Ella asintió- ¡Déjame ayudarte!
-¡Bien!
Cuando fueron en busca de los ingredientes, el castaño ya había preparado la cena.
-Se acordaron de que comen -Dijo de brazos cruzados y con un delantal puesto-
-¡Te queda bien! -Comenzó a reír a carcajadas-
-¡No te rías pelos de moco!
-No sabía que podías cocinar, que inesperado.
-No soy un experto, siempre cociné para distraerme -Sirvió la comida- Pueden comer.
-¡Gracias, buen provecho! -Dijeron ambas para comenzar a comer-
-¡Ryu, cocinas bien!
-¡Mai tiene razón, esto es una delicia!
-Yo sé que cocino bien, no es necesario recordármelo -Dijo con una sonrisa orgullosa-
-¿No quieres ser el cocinero de la tripulación? -Preguntó limpiándose con una servilleta-
-Será un trabajo difícil... Lo pensaré.
-Como Emma es nuestra navegante, tu y yo nos podemos poner de acuerdo para cocinar.
-No es mala idea, acepto.
-¡Dos cocineros! Que tripulación más increíble -Sonrió-
Mientras ellos comían, reían y festejaban. Sin saberlo, estaban siendo espiados por un chico de cabello azul. Asher quería confirmar si tenían más cosas de valor, pero como estaban despiertos su plan se arruinó, estaba por irse cuando su estómago rugió debido al hambre.
Volteó una vez más, esos tres se estaban dando un festín, él ni siquiera recordaba si había tan siquiera desayunado, decidió irse. Mientras caminaba, paró por un momento y vio la maleta que llevaba con duda, se sentía mal. Escuchó un silbido, al voltear se encontró con una silueta conocida.
-Ya tengo todo el dinero, necesito hablar con tu jefe.
-Justo por eso estoy aquí -Se acercó a él y pasó un brazo alrededor de los hombros del peliazul- Vamos amigo, no tienes que ser tan frío conmigo. Somos amigos, ¿verdad?
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『 𝐅𝐈𝐑𝐄 』|𝐏𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐬 𝐃. 𝐀𝐜𝐞 ❑
Fanfiction❑ 𝐀𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐜𝐢𝐚, 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚, 𝐥𝐨 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚́𝐛𝐚𝐦𝐨�...