A la mañana siguiente, Mai se levantó debido a que Ace ya no estaba ahí. Se sentó y notó que seguía en el suelo, pero ahora sobre una manta, también notó que tenía puesta una chaqueta larga de un tipo de color gris azulado pero oscuro. Este tenía el diseño de llamas de fuego en las mangas y al final de la chaqueta.
Abrió la chaqueta y la cerró al instante al ver que no traía nada puesto, cubrió su rostro avergonzada.
-Buenos días -Al quitar sus manos de su rostro, vio a Ace de cuclillas frente a ella con una bolsa en manos- ¿Qué pasa, te sientes mal?
-¡¿Lo de anoche no fue un sueño?! Bueno, se sintió como un sueño -Rió nerviosa- ¡Pero ese no es el punto!
-No, no fue un sueño -Rió y se sentó a su lado- Un momento, ¿tienes sueños eróticos conmigo?
-¿Qué trajiste de desayuno? -Le arrebató la bolsa-
-Tomaré eso como un sí -Se recostó a su lado mientras ella desayunaba, tomó un mechón del largo cabello de Mai y comenzó a jugar con él-
-¿Ya comiste?
-Comí mi parte mientras venía.
-¿Iremos a Arabasta?
-Sospecho que Luffy ya esta ahí, así que sí. Además tengo que ir a algunas ciudades, ¿y tu qué piensas hacer?
-Creo que viajaré contigo por un tiempo -Intentó levantarse pero cayó sentada, vio a Ace de reojo con el seño fruncido. Él estaba riéndose- Me uniré a Luffy por mientras, y al mismo tiempo buscaré a mi tripulación -Esta vez si se puso de pie, caminó hasta la mochila de Ace y buscó su ropa- ¿Dónde está mi ropa?
-Está a tu lado -Señaló al lado de la mochila, Mai suspiró y tomó la ropa-
-¿Sabes de algún lago por aquí?
-Hay aguas termales, ¿te sirve?
-Y mucho.
-Vamos, te llevo -Ace se paró, ella lo siguió. Ambos caminaban juntos hacía las aguas termales- ¿No quieres ir a caballito?
-¡Si! -Estaba por subirse pero luego lo pensó mejor- Buen intento, pero no llevo nada.
-¿Y eso qué? Anoche vi y sentí todo eso -Sonrió burlón, ella le dio un codazo y comenzó a reír- Llegamos.
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『 𝐅𝐈𝐑𝐄 』|𝐏𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐬 𝐃. 𝐀𝐜𝐞 ❑
Fanfiction❑ 𝐀𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐜𝐢𝐚, 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚, 𝐥𝐨 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚́𝐛𝐚𝐦𝐨�...