Ella no quería dejar a Ace solo, pero solo sería un estorbo. No quería preocupar a Ace en medio de la pelea, así que por eso decidió irse.
Mai viajó sobre sus cristales, como si fuesen una patineta, paraba en una que otra isla para comer o dormir. Decidió ir al Archipiélago Sabaody, pero se topó con una tormenta increíble llamada "La Serpiente Que Juega". Tuvo que subir por encima de las nubes para no ser golpeada por alguna corriente. Sostenía su sombrero mientras veía el hermoso cielo. Luego de unos minutos volando por encima de las nubes decidió bajar, a lo lejos logró ver un barco bastante llamativo. Pensó que eran enemigos hasta que vio la bandera.
-¿Luffy? ¿Acaso cambió de barco? -Una burbuja la distrajo, al ver hacía el frente vio el Archipiélago Sabaody- ¡Es bellísimo! Y estoy segura de que no soy la única sorprendida.
Fue hasta el barco, bajó sin hacer ruido. Ya estaban pasando entre las pequeñas islas viendo a su al rededor encantados. Vio unas escaleras, al otro lado un tobogán, sonrió y se paró sobre el barandal blanco de brazos cruzados. Ninguno de los Sombreros de Paja de había percatado de su presencia.
-Vaya, veo algunas caras nuevas.
Todos voltearon al instante.
-¿Quién eres tú y qué haces en nuestro súper Sunny? -Apuntó con su brazo hacía ella, este parecía un cañón-
-¡¿Eres un cyborg?! -Preguntó encantada, luego volvió en sí- Quiero decir, soy una malvada pirata y los derrotaré.
-¡Pero que hermosa! ¿Puedo ver sus panties?
-¿Mis qué?
-¡¡MAI!! -Estiró sus brazos hacía ella rodeándola con estos, el impacto provocó que ambos cayeran hacía atrás-
-¡Luffy! -Lo abrazó-
-¡Si viniste!
-¡Pues claro!
-¿Dónde está Ace?
-Siguió solo, esta cerca de atrapar al tipo.
-¿Por qué no lo acompañaste? -La ayudó a levantarse-
-Solo sería una molestia, estaría más preocupado por protegerme que por pelear.
-¿Cuánto tiempo estarás con nosotros?
-No lo sé, depende de cuánto tiempo me soporte mi nueva tripulación temporal.
-¡¿Entonces...?!
-¡Si!
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『 𝐅𝐈𝐑𝐄 』|𝐏𝐨𝐫𝐭𝐠𝐚𝐬 𝐃. 𝐀𝐜𝐞 ❑
Fiksi Penggemar❑ 𝐀𝐦𝐛𝐨𝐬 𝐧𝐚𝐜𝐢𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐬𝐮𝐜𝐢𝐚, 𝐝𝐞 𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬. 𝐒𝐞𝐧𝐭𝐢́𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐥 𝐦𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐚, 𝐥𝐨 𝐮́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐢𝐭𝐚́𝐛𝐚𝐦𝐨�...