11:In My Daughter Eyes

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Encontré una razón para creer

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In my daughters eyes I am a hero

En los ojos de mi hija soy una heroína

I am strong and wise and I know no fear

Soy fuerte, sabia y no conozco el miedo

But the truth is plain to see

Pero la verdad es que

She was sent to rescue me.

Ella fue enviada para rescatarme.

***********Martina McBride

Después de que Snape se marchara Hermione trató de recobrar el aliento, las palabras dichas por su ex profesor la habían dejado muy mal.

— Lo sabe... ¡Sabe que London es hija de Harry! ¿Pero cómo? —su respiración continuaba arrítmica.

La verdad, no sé... ¿Y es que cómo pudo llegar a esa conclusión, si London para nada se parece a Harry?, ¿Cómo es que va a compararla con su abuela? —intervino con sarcasmo su vocecita interior.

— Debió ser porque McGonagall se lo habrá dicho —atajó molesta la castaña, esa vocecita siempre aparecía tan inoportuna e irritante.

Vamos Hermione, los que conocieron a Lily Evans, incluso antes de ser Potter, no tardarán en sospecharlo. Les parecerá muy extraño el parecido entre ambas, si no fuera porque Draco y tú han dicho hasta el cansancio que París y London son mellizas... ¿Pero te diste cuenta cómo la miró Remus esta tarde?, ¿Cómo la miraba Tonks? —presionó la voz, con ese acentito de ironía nuevamente.

— Pero ellos saben desde el principio que London es hija de Harry. Lo que más me preocupa es que alguien más pueda llegar a comentar acerca de su parecido con Lily Potter. ¡Los Weasley por ejemplo!... Entonces yo... — balbuceó nerviosa, aterrada ante esta perspectiva.

¿Te dejes en evidencia solita? —sugirió la respuesta la vocecita, con un acentito burlón y a la vez inocente.

— ¡Por supuesto que no! —la respiración de Hermione pasó de ser entrecortada a brusca, mientras su expresión fue ácida.

¿Y si Harry, ahora que estás aquí, decide decirlo? —insinuó la vocecilla, sin intimidarse, quería desafiar al máximo el temperamento explosivo que descontrolaba tanto a Hermione; ese que realmente la hacía echarse de cabeza a sí misma.

— Por favor... Él es un cobarde, si en todos estos años no se ha atrevido a decir nada. ¡Si él está de la mar de bien con su novia Ginny! —explotó con rencor la castaña. Y así fue, la vocecita consiguió su objetivo.

Y eso te hace rabiar —evidenció socarrona la voz.

— ¡Déjame en paz! —protestó furiosa Hermione, apretando los párpados y pasando con exasperación sus dedos por su alborotado cabello lacio.

— ¿Cómo sigues, mami? —preguntó con preocupación una tierna vocecita, tomando por sorpresa a Hermione, quien abría los ojos alarmada, encontrándose con una inocente mirada esmeralda.

— Hola, mi amor —suprimió el enojo que sentía y se forzó a sonreírle, en verdad quería sonreír; y es que con sólo verla todo rastro de sentimientos negativos se desvanecían al instante. La niña caminaba hacia la cama donde se encontraba ella, sostenía entre sus manitas un tazón de loza.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora