21: Reset

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Ahora, ¿Cómo podríamos y yo
ser amigos otra vez, como en los viejos tiempos?
¿Hay realmente una posibilidad?
¿No es así?
Presiona en Reiniciar
En mis ojos sólo estás tú.

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슈퍼주니어*SJ
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Los campos oscuros quedaron atrás, las luces de la ciudad comenzaron a aparecer proyectándose en los ojos marrones que estaban ausentes, Hermione estaba perdida en esa tempestad de sentimientos que acontecían dentro de ella. Repentinamente cerró los ojos como si las luces la hubieran lastimado, se sentía atrapada en medio de una pesadilla de la que pronto quería despertar, y sin embargo tenía que ser consciente de que era la realidad. Una realidad de la que huyó durante cinco años, construyendo un falso sueño de felicidad en la que Draco y ella vivían al lado de sus dos hijas sin que la sombra del pasado la alcanzara; pero por fin hoy se estaba cumpliendo aquello que su madre le advirtió que sucedería, porque al final de cuentas el pasado siempre nos alcanza cuando las historias no fueron concluidas, no de la manera correcta.
¿Entonces cómo acabaría la suya?, ¿Harry terminaría robándole a su hija?
Después de todo ella había dejado su imagen limpia ante London, y él dijo que haría lo que fuera para recuperarla. ¿Y si la ponía en su contra? London de por sí ya estaba enojada con ella, y a él lo admiraba y lo quería, incluso antes de saber que era su padre. Tal vez Harry aprovecharía esos sentimientos para convencerla de quedarse a su lado. ¿De verdad sería capaz de quitársela de aquella forma?... ¡Ella sabía cómo era Harry!
Pero el del pasado... ¡No! Ahora él había cambiado. Escuchó la determinación en sus palabras, vio el rencor en su mirada. De pronto sintió un sofocante pánico y se arrepintió de haberlo llamado. Para ponerla peor la voz de Draco resonó en su mente: Una vez que Potter entre en su vida no la va a dejar ir nunca. Y verás cómo un día London pasará más tiempo con él y con Ginevra. - Sus ojos se abrieron desmesuradamente, con el corazón latiéndole frenético regresó a ver a su hija, quien viajaba al lado de ella. London tenía la mirada puesta en la ventana, Hermione impulsivamente tomó su mano, quería gritar que los planes habían cambiado, que regresarían a casa de Remus; estando ahí le pediría a Draco que las volviera a llevar lejos. En ese preciso instante los ojitos esmeraldas se clavaron en ella causándole un vuelco al corazón cuando descubrió que estaban llenos de lágrimas, London jaló su manita como si el contacto con la piel de su madre le quemara, Hermione sintió como si el corazón mismo se le quebrara. Y en ese momento se avergonzó por su egoísmo, todo ese tiempo había estado encerrada en el rencor que sentía por Harry, en su miedo a perderla, y en su propio dolor por el pasado.

London había vuelto a mirar por la ventana, la vio soltar un sollozo al cristal, y entonces las lágrimas en su propio rostro comenzaron a resbalar. Hubiese dado su vida entera por no ver sufrir a su hija de aquella manera. Y si lo que necesitaba London para volver a sonreír era hablar con Harry Potter... Ella se tragaría sus miedos, su orgullo y su odio.

La Jeep Cherokee color verde militar se detuvo frente a un elegante edificio, Snape abrió la puerta y ayudó a la pequeña London a bajar, Hermione los siguió... A cada paso respirar se volvía más difícil; los tres entraron al lobby. Tenía que hablar con Harry antes de que London y él se vieran. Aunque ya de por sí tenía planeado hacerlo sólo que ahora no sería como lo había supuesto, ahora tendría que conseguir una conversación con él como en los viejos buenos tiempos, al menos lo más cercana posible. Respiró profundamente, y mordiéndose el labio inferior con ansiedad volteó a ver al profesor e intentó que su voz se escuchara normal.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora